Casi mil personas mayores han estado un tiempo en un asilo para dar un respiro a sus familiares
Incluso las personas que atienden a familiares mayores merecen un descanso. Pensando en ellas las tres Diputaciones ofrecen sendos programas de estancias temporales para mayores en residencias. Desde enero casi mil ancianos se han mudado un tiempo -desde dos días hasta tres meses- a residencias para que sus allegados se fueran de vacaciones, se tomaran un respiro o atendieran algún compromiso incompatible con cuidar de la persona a su cargo. Aunque la demanda se dispara siempre en verano, los programas funcionan durante todo el año.
Las estancias temporales para mayores nacieron para que los familiares que conviven con ancianos pudieran tomarse unos días de descanso. El diputado de Bienestar Social de Vizcaya, Ricardo Ansotegi, destaca que esta alternativa al ingreso definitivo permite "mantener a las personas de la tercera edad en su entorno" y que sus familias tengan "un desahogo". Los programas que ofertan las tres Diputaciones son muy similares en lo esencial. Están abiertos a personas mayores de 60 años, están parcialmente subvencionados y funcionan durante todo el año. La diferencia fundamental entre los programas forales estriba en el tiempo que la persona puede estar en una residencia. En Vizcaya oscila entre 15 días y tres meses, en Álava va de dos días a un mes y en Guipúzcoa de 15 días a un mes. En casos excepcionables la estancia se puede prolongar. Lo más frecuente es que estén en torno a un mes. La cantidad de mayores que han pasado un tiempo en asilos ha crecido de manera vertiginosa en la corta vida de estos programas. Proporcionalmente a su población, Álava es donde más ancianos se han acogido al programa desde enero (285 personas hasta finales de julio), seguido de Guipúzcoa (348) y Vizcaya (328), según datos facilitados por las Diputaciones. El descanso y las vacaciones de la familia son los motivos más frecuentes para solicitar una plaza temporal en una residencia. De todos modos, cabe la posibilidad de que la estancia sea de sólo unos días y por motivos puntuales. Una operación o una enfermedad grave del familiar que atiende al anciano, unas obras en casa o una boda en otra ciudad son algunas de las razones, según fuentes de la Diputación de Guipúzcoa.
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