Los partidarios del Alarde mixto culpan a Interior y al alcalde de Hondarribia de "la inseguridad ciudadana"

La compañía Jaizkibel y la asociación Juana Mugarrietakoa, partidarias de la integración femenina en el Alarde de Hondarribia, acusaron ayer al Departamento de Interior y al alcalde,Borja Jáuregui (PNV), de eludir su responsabilidad en esta polémica y alimentar así los problemas de convivencia. Aseguraron que ya no se trata "sólo de un conflicto entre dos partes", sino de un "problema de inseguridad ciudadana". El jueves interpusieron diversas denuncias ante la Ertzaintza de Irún por insultos y amenazas. Hondarribia se prepara para vivir el día grande de sus fiestas el próximo miércoles, en medio de un evidente clima de crispación. Los ensayos previos al acto con el que se conmemora la batalla que libró a la localidad del sitio francés en 1638 se celebran estos días salpicados de sobresaltos. El pasado jueves, decenas de vecinos de Hondarribia impidieron, con sucesivos tapones humanos, el desfile de la compañía mixta Jaikibel; profirieron insultos, lanzaron huevos y agredieron también a dos fotógrafos de prensa. La Ertzaintza formó un cordón para evitar los enfrentamientos, pero Jaizkibel criticó que no interviniera para garantizar el orden público. La compañía no fue la única que denunció estos hechos. El viernes fotógrafos y cámaras del País Vasco remitieron sendas cartas al consejero de Interior, Javier Balza, y al alcalde Jáuregui para exigir "a las autoridades que garanticen el desarrollo" de su trabajo "sin coacciones ni agresiones", ante la inminente celebración del desfile. Estas misivas encierran el mismo contenido que la llamada de atención de las mujeres que hace tres años se propusieron participar en el Alarde en igualdad de condiciones que los hombres. "No estamos como el año pasado, sino mucho peor", dijo la capitana de Jaizkibel, Ixabel Alkain. "El problema no es tanto si desfilamos o no, como que se ha creado un problema de inseguridad ciudadana". En todo caso, la compañía tratará de participar en el Alarde, con un miedo manifiesto. Ayer acusó a la Ertzaintza de eludir su responsabilidad en este tipo de situaciones, criticó sobre todo la "dejación de funciones" de Jáuregui y recordó que "está vulnerando una sentencia ejecutiva, por mucho que esté recurrida".