Cierta desconfianza oficial
El positivo en el control antidopaje del plusmarquista mundial de salto de altura, el cubano Javier Sotomayor, en los Juegos Panamericanos de Winipeg, en junio pasado, estimuló en el equipo cubano la sensación de que una entidad poderosa (estadounidense y capitalista) se afanaba en la persecución de Cuba y sus héroes.No faltan altos cargos del atletismo isleño a la hora de señalar a la Agencia Central de Inteligencia (CIA) como la oscura responsable de un positivo por cocaína. "No pueden soportar que Cuba gane tantas medallas y se les acerque", aseguraba la semana pasada un miembro de la Federación Cubana de Atletismo. "En Winipeg ganamos 25 oros; y Estados Unidos, 39. Con Pedroso en Sestriere, en 1995, ocurrió igual. Batió el récord de salto de longitud con 8,96 metros pero la IAAF no lo homologó porque la Federación Italiana no quiso reconocerlo... Hubo cosas raras. Los norteamericanos no podrían soportar que Pedroso batiera el récord de Mike Powell. ¡Pero si hasta la casa Ferrari lo reconoció y le tuvo que dar a Iván un Testarossa de premio!".
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