El café Central celebra sus seis mil primeros conciertos

El café Central ha celebrado este mes sus primeros seis mil conciertos desde que abriera sus puertas en agosto de 1982. Sus propietarios recuerdan que aún se vivía la resaca del fallido golpe de Estado del 23 de febrero de 1981 cuando unos cuantos amigos pensaron que, ya que nadie les iba a regalar nada, lo mejor era montárselo por su cuenta. En plena canícula de 1982 inauguraron, tras reformar en la plaza del Ángel (Centro) una vieja tienda de marcos para cuadros, el café Central, uno de los símbolos de la intelectualidad progresista madrileña y lugar ineludible para los amantes del jazz.Desde entonces, pocas noches ha cerrado el café sin que su tarima haya estado ocupada por algún músico. En estos 17 años, ni los domingos ni los lunes, días fatídicos para este tipo de locales, ni en verano, el Central ha dejado de ofrecer su concierto. Las únicas veces que su escenario ha enmudecido han coincidido con las sucesivas nochebuenas y nocheviejas, y 20 días durante el Mundial del 94, fecha en la que el café vivió una de sus más graves crisis, que casi le obliga a cerrar.

Para el sociólogo Nanye Blázquez, uno de los socios fundadores, la idea del café es que "la gente no venga para tomar una copa y encontrarse con un grupo de animación, sino a escuchar música en directo, y de paso, tomarse una copa". Eso justifica que sea uno de los primeros locales de Madrid que introdujo un suplemento económico en la consumición.

Muchas han sido las dificultades que el café ha tenido que superar, pero siempre se han esforzado por ofrecer la mejor programación de jazz. "Cada crisis la hemos solventado con más música", afirma Blázquez, "pero nunca pedimos subvenciones ni patrocinios". "Nos gustaría que al menos no nos pongan dificultades ni que la fiscalidad o los permisos y licencias nos acogoten", dice.

Los mejores músicos

Los mejores músicos de jazz de España están comprometidos con el local, y así, han pasado por su tarima, entre otros, el gran Tete Montoliú, Jorge Pardo, Charles Benavent, Chano Domínguez o Andreas Prizwitz. La mayor atracción internacional vino de la mano de la banda que dejó al morir Charly Mingus, que permaneció dos semanas en el local justo cuando acabaron los mundiales del 94. Esto dio renombre mundial al Central en el circuito del jazz.El madrileño Antonio Serrano, considerado el mejor del mundo en la armónica cromática, celebra durante todo agosto el concierto 6.000 del Central, acompañado por el pianista neoyorquino afincado en Madrid Joshua Edelman. Los conciertos de estas fechas se están grabando para la edición de una colección de discos conmemorativos. Mañana, la francesa Laïka Fatien relevará, durante toda la semana, a Serrano en esta carrera de fondo que el Central inició hace 17 agostos.