Fallece en Barcelona Carles Bech, guionista de la época dorada de 'La Familia Ulises' del 'TBO'
Con la muerte del guionista de cómics Carles Bech a los 84 años, acaecida el pasado día 20 en Barcelona a causa de un paro cardiaco, se cierra definitivamente la historia de la publicación infantil TBO. Bech, cuyo fallecimiento no trascendió hasta el día 25, nació en la población gerundense de La Bisbal en 1914 y fue autor de los guiones de Josechu, el Vasco, dibujada por Muntañola; Altamiro de la Cueva, de Bernet Toledano; Joaquinete y su chupete, con dibujos de Ayné y Las aventuras de Eustaquio Morcillón, de Benejam. Pero donde el recuerdo de Bech puede estar más presente en todos los lectores es en las historietas de La Familia Ulises, cuyos guiones escribió durante casi 30 años y que ilustraron Benejam, su creador gráfico, Arturo Moreno y Blanco. Se atribuyen a Bech más de 30.000 guiones.Dicen de Bech que solía bromear sobre su muerte con su mujer. "No me llores, cuando te deje. Podrás estar contenta, porque ya no habré de escribir más los guiones de La Familia Ulises". Tal chascarrillo venía a cuento por la gran cantidad de horas que dedicaba Bech al trabajo. La mañana la consagraba a su empleo en la compañía Maquinista Terrestre y Marítima. Por la tarde, se ponía al frente de su máquina para escribir no sólo guiones de historietas sino también relatos cortos y piezas teatrales. Bech también quiso probar suerte con el dibujo, pero los responsables del TBO le desaconsejaron tal esfuerzo.
La Familia Ulises nació en 1945 de una idea del director de la revista, Joaquim Buigas. La colaboración de Bech en la serie se produjo a partir de 1950. El guionista introdujo modificaciones de carácter original. El cabeza de familia, Ulises, pasó de ser un personaje un tanto despreciado por su propia familia a convertirse en una entrañable persona de buena fe respetada en su núcleo familiar. A Bech también se debe la curiosa manera de hablar de Doña Filomena, la abuela: "¡Nunca escramentarás, Ulises!", exclamaba dando una nueva dimensión a las palabras. A pesar del éxito y la dimensión de la serie, no fue hasta la concesión del Premio Nacional de Literatura Juvenil, otorgado por el Ministerio de Información y Turismo en 1974, que el guionista obtuvo el reconocimiento público de su labor.
