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ARQUEOLOGÍA

Patrimonio descubre bajo Ramales los huesos de unas cincuenta personas

Vicente González Olaya

La tercera cata arqueológica abierta bajo la plaza de Ramales, espacio donde se alzaba la iglesia en la que fue enterrado Diego Velázquez en 1660, está ofreciendo nuevos datos sobre este templo derribado en 1809. Los arqueólogos de Patrimonio han comprobado que la mayor parte de la planta de la iglesia sigue intacta y que ninguna investigación arqueológica previa la ha dañado. Prueba de ello es que en poco más de 30 metros cuadros han aparecido los restos de unas 50 personas.

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Hallado un documento notarial inédito con la firma de Diego Velázquez

Las investigaciones de los arqueólogos de la Dirección General de Patrimonio se centran desde hace unas semanas en abrir uno de los laterales del templo. Para ello han abierto una cata -la tercera-, de unos 12 metros de longitud por tres metros de ancho, que ha dejado al aire uno de los muros perimetrales de la iglesia de San Juan.Por el momento, los técnicos han descubierto tres cuerpos de adultos casi completos y uno de niño. Sin embargo, una moderna conducción urbana, posiblemente de luz o de teléfono, ha partido los cuatro cuerpos a la altura de la pelvis, si bien la mayor parte de sus esqueletos se conserva aún completa.

Los técnicos han hallado además dos profundos osarios donde se apilan los huesos de unas cincuenta personas. Fueron acumulados unos sobre otros a causa de una monda. Los responsables de las iglesias, y San Juan no era una excepción, a causa de la falta de espacio, vaciaban periódicamente las tumbas y apilaban los huesos. El análisis de éstos permitirá determinar las enfermedades más frecuentes en aquel Madrid y la edad media que alcanzaban sus habitantes.

Los arqueólogos han desenterrado también todo el sistema de vertido de aguas de esta parte de la iglesia, que desembocaba directamente en un pozo -el segundo hallado dentro del perímetro del templo- y el lugar donde se alzaba una de las tres puertas de acceso a San Juan.

Bajo esta puerta se descubren también numerosos restos de cerámica (vasijas y vasos en su mayor parte), tierras y hasta restos de animales (es visible el cuerno semienterrado de un bóvido) que fueron utilizados como relleno para esta zona de acceso, que sufría continuos hundimientos.

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Los trabajos de investigación de la tercera cata acabarán en los próximos días. Los arqueólogos elaborarán a continuación un informe. Los responsables de Patrimonio tendrán entonces que decidir si abren o no toda la plaza para desenterrar la iglesia donde fue inhumado el insigne pintor.

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Sobre la firma

Vicente González Olaya
Redactor de EL PAÍS especializado en Arqueología, Patrimonio Cultural e Historia. Ha desarrollado su carrera profesional en Antena 3, RNE, Cadena SER, Onda Madrid y EL PAÍS. Es licenciado en Periodismo por la Universidad CEU-San Pablo.

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