Las amenazas de Argentina y Chile ponen en peligro la Cumbre Iberoamericana en Cuba
Los presidentes de Argentina, Carlos Menem, y Chile, Eduardo Frei, han sellado el pasado viernes una alianza implícita que, amparada en la unidad de criterios en torno al caso Pinochet, pone en peligro la IX Cumbre Iberoamericana, que se celebrará en noviembre en La Habana. Los dos mandatarios anunciaron en Santiago que no asistirán al cónclave en Cuba si antes no se ha resuelto la situación judicial del ex dictador Augusto Pinochet, detenido en Londres. En círculos políticos se interpreta que el intento de boicoteo a la Cumbre va más allá del caso Pinochet.
A juzgar por los palabras de Menem y Frei, el caso Pinochet ha servido para que Chile y Argentina superen viejos contenciosos que estuvieron a punto de llevarles a la guerra y para que sus presidentes se presenten hoy ante el mundo como dos estrechos aliados. Desde la detención del general, Menem ha sido el presidente que ha expresado el más firme apoyo al Gobierno chileno y el que ha criticado con más vehemencia a la justicia española y, especialmente, a Baltasar Garzón. No en vano el juez español también instruye causas contra militares argentinos responsables de la desaparición de miles de ciudadanos durante la dictadura.Menem anunció el viernes que no acudiría a La Habana después de que su homólogo chileno hiciera lo propio. "He expresado con total lealtad al señor presidente de Chile que, si su país no concurre a la IX Cumbre de Cuba, tampoco lo hará la República Argentina", dijo Menem en Santiago ante un centenar de empresarios y hombres de negocios.
El gesto no ha sido gratuito. En señal de agradecimiento, Frei firmó una declaración de apoyo a la soberanía argentina sobre las islas Malvinas y prometió el inicio de las labores para retirar las minas colocadas en 1978 en diversos pasos fronterizos a lo largo de la cordillera, cuando Argentina y Chile estuvieron al borde de un enfrentamiento armado en la llamada crisis del canal de Beagle. Además, los dos mandatarios han acordado que tanto los ciudadanos argentinos como los chilenos podrán cruzar la cordillera sin necesidad de trámites aduaneros y migratorios.
Imagen de lealtad
En la conferencia de prensa conjunta celebrada en el palacio de La Moneda todo fueron parabienes mutuos y palmadas en la espalda. Frei, más interesado en estrechar relaciones con el Área de Libre de Comercio de América del Norte (Canadá, Estados Unidos y México), dio un espaldarazo al Mercosur, cuando este bloque está en grave crisis por las divergencias entre Brasil y Argentina. En Santiago, Menem y Frei transmitieron una imagen de lealtad y amistad. Nadie se acordó de los tiempos en los que Chile (bajo la dictadura de Pinochet, precisamente) dio apoyo logístico e información militar al Reino Unido durante la guerra de las Malvinas.El presidente Frei ya había anunciado su ausencia en la reunión de La Habana en el curso de la cumbre de presidentes de la Unión Europea, América Latina y el Caribe, que se celebró en Río de Janeiro en junio pasado, donde explicó que no se sentaría en la misma mesa con dirigentes que suscribieron en cumbres anteriores documentos defendiendo el principio de la territorialidad de la justicia, pero que en la práctica, dijo, incumplen este compromiso. Frei aludía al presidente español, José María Aznar, que estará presente en la Cumbre de La Habana.
Conviene recordar que la detención de Pinochet se produjo en octubre del pasado año, coincidiendo con la Cumbre Iberoamericana celebrada en la ciudad portuguesa de Oporto, en la que se rechazó la aplicación extraterrotorial de las leyes nacionales. Para el Gobierno, el proceso al ex dictador contradice esta resolución.
Por su parte, Menem también condicionó en Río su presencia en Cuba. En Santiago, las presiones sobre el presidente argentino para que anunciara explícitamente su boicoteo a la cumbre iberoamericana llovieron de diversos sectores, especialmente del empresarial. Water Riesco, presidente de la poderosa Confederación de la Producción y el Comercio, recordó en un discurso los compromisos argentinos "no económicos" con Chile. La eventual ausencia de Menem de la cumbre, con todo lo que representaría por tratarse de uno de los pesos pesados como Argentina, perdería entidad, ya que en noviembre el actual ocupante de la Casa Rosada será sólo un presidente en funciones a punto de entregar el bastón de mando al ganador de las elecciones del 24 de octubre. En Chile, la pretensión de Frei no tiene el consenso de toda la Concertación (coalición gubernamental), ya que el Partido Socialista ha recomendado al presidente la conveniencia de que Chile asista a la cumbre.
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