Oposición ecologista a una gran factoría de Coca-Cola en el Vallès
El proyecto de la multinacional Coca-Cola de construir la factoría más importante de Europa entre Martorelles y Montornès (Vallès Oriental) ha recibido la oposición frontal de formaciones y entidades ecologistas. El emplazamiento previsto, el alto volumen de tráfico que provocará y el alto consumo de agua son los principales argumentos de los grupos ecologistas para oponerse al proyecto. También el grupo parlamentario de Iniciativa per Catalunya-Verds ha expresado su oposición a la recalificación del terreno necesaria para instalar la fábrica.
La planta, proyectada en la zona agrícola de Can Fenosa y Can Buscarons, está pendiente de la recalificación por la Comisión de Urbanismo de Barcelona para su conversión en suelo industrial. El consistorio de Martorelles, gobernado por CiU, ya ha realizado la petición. El proyecto afecta también al municipio de Montornès, gobernado por el PSC e IC-V, que ha mantenido contactos con Urbanismo sobre el futuro de estos terrenos. En este Consistorio existen reservas sobre la convenciencia de apoyar el proyecto. Por su parte, el grupo de IC-V al Parlament ha solicitado a través de una proposición no de ley que no se lleve a cabo la recalificación. La filial española de Coca-Cola, Cobega, tiene previsto construir la segunda planta más importante de la multinacional después de la norteamericana de Atlanta. Una vez en funcionamiento necesitará cerca de 10 millones de litros diarios de agua, una cifra espectacular si se tiene en cuenta que el conjunto de empresas de Montornès consume una media de tres millones de litros al día. Fuentes municipales han señalado, sin embargo, que la empresa Aguas de Barcelona está dispuesta a construir una conexión directa de suministro desde Montcada i Reixac si se lleva a cabo el proyecto. 400 vehículos diarios La actividad de la fábrica comportaría un movimiento diario de 400 vehículos de gran tonelaje, lo que equivale a una tercera parte del que genera la Central Integrada de Mercaderies (CIM) del Vallès, en Santa Perpètua de Mogoda. Entidades ecologistas e IC-V coinciden en señalar, además, que los terrenos afectados están incluidos en el Plan Especial de Interés Natural (PEIN) de La Conreria-Sant Mateu-Céllecs, tanto por las especies que nidifican en la zona como por su papel de corredor biológico entre las montañas y los ríos. El Consorcio para la Defensa de la Cuenca del Besòs también había realizado un estudio para establecer en la zona un espacio protegido de marjales. Por ello, los opositores al proyecto consideran un contrasentido de la Generalitat que el Departamento de Política Territorial recalifique lo que el de Medio Ambiente intenta proteger. Además, argumentan que el tráfico de vehículos pesados saturará el nuevo puente que se está construyendo para descongestionar los enlaces entre las dos riberas del Besòs y que el consumo de agua se aleja de criterios de sostenibilidad. Fuentes del Ayuntamiento de Montornès han indicado que la nueva factoría ocupará a seiscientas personas, pero los críticos aseguran que no se trata de empleo nuevo, sino que la plantilla procederá de la planta de Rubí y otros centros.
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