Una banda de narcotraficantes secuestra a tres turistas españoles al sur de Irán
"Estamos hechos polvo, porque era un viaje maravilloso y nos lo han jodido, hablando mal y pronto", manifestaba ayer a EL PAÍS, tan expresiva como dolida, una de las integrantes del grupo turístico al que pertenecen los tres españoles secuestrados la noche anterior en Kermán, en el sureste de Irán, a 800 kilómetros de la capital, Teherán. "Llevábamos cuatro días juntos, pero ya nos habíamos hecho amigos", asegura, aún incrédula ante lo ocurrido. Junto a los españoles (Pedro García, Joaquín Fernández y Cosme Puerto), los desconocidos, previsiblemente traficantes de drogas, se llevaron a un italiano y a un iraní.
"Estábamos cenando en el hotel cuando cuatro individuos armados con pistolas y uno de ellos con un fusil irrumpieron en el restaurante y se llevaron a tres hombres del grupo", relata la mujer, que prefiere mantener el anonimato. "A las mujeres, las apartaron", añade, y aclara que no se trató de una acción violenta. Con gran entereza, esta turista desea que el incidente se solucione. "Que nos devuelvan cuanto antes a los tres", desea en voz alta. El grupo, integrado por cuatro mujeres y cinco hombres, había llegado a Teherán el pasado martes y se disponía a recorrer los principales lugares turísticos de Irán. Además de Kermán, en su programa estaban Isfahán y Persépolis. Los seis a los que el azar libró de la amarga experiencia desean que no se hagan públicos sus nombres, y todo lo más que la improvisada portavoz accede a revelar es que la mayoría son catalanes. El viaje, organizado en España por la agencia Nouvelles Frontières, está gestionado en Irán por la agencia estatal Iran Tourist Travel Co."Nos encontramos bien y nos tienen superprotegidos", insiste la interlocutora. "Que quede claro que la situación en el país no es ni preocupante ni caótica", subraya. "La policía llegó enseguida al hotel y nos escolta desde entonces", relata desde la recepción del hotel Akhavan, al que acudieron ayer para comer y cenar los seis miembros restantes del grupo y su guía iraní, Omid Bakhsh. El secuestro se produjo en el hotel Gubashir, donde estaban alojados. "No queríamos volver al restaurante donde se produjeron los hechos, pero ayer dormimos allí y esta noche regresaremos". En el Akhavan se hospedaban anoche más españoles: una pareja de viajeros independientes y otros dos grupos de una decena de personas cada uno. El gobernador de la provincia, Abbas Doaghoi, afirmó que siguen "de cerca" a los secuestradores y que han bloqueado las carreteras de Kermán, informa Efe. El encargado de negocios de la Embajada de España en Irán, Juan Carlos Gafo aseguraba ayer a EL PAÍS que las autoridades iraníes ya habían identificado a los secuestradores y que habían establecido unos primeros contactos.
Trato correcto
Los secuestrados españoles son el informático catalán Pedro García, de 34 años; el sacerdote madrileño Joaquín Fernández, de 70, y el dominico de Salamanca Cosme Puerto, de 57. Sus captores también se llevaron a un ingeniero italiano de 39 años, Massimo Cattabriga, y a un iraní que la radio nacional de Irán sólo identifica como un viajero y que cenaba en una mesa cercana a la de los españoles. Ya fuera del restaurante, los secuestradores tomaron como rehenes a Cattabriga y a otro italiano que logró escapar. "He hablado con él y me ha confirmado que el trato fue correcto y que ni siquiera les empujaron para subir al coche en el que se los llevaron", cuenta la interlocutora. "Nos han dicho que es un tema de drogas. Parece ser que la policía detuvo hace dos días a un par de ellos y andan buscando un trueque", agrega. En el mismo incidente, según fuentes policiales iraníes, murieron cinco miembros de la banda. "Hasta ahora se limitaban a secuestrar a iraníes, pero los turistas debemos resultar más llamativos", concluye resignada. La versión oficial de que el secuestro es obra de "bandidos armados", un eufemismo que las autoridades iraníes utilizan para referirse a los traficantes de droga, merece la credibilidad de Gafo.El diplomático recuerda que el pasado 13 de junio se produjo un caso similar en Bam, en la misma provincia de Kermán, a 190 kilómetros al sureste de la capital del mismo nombre. En aquella ocasión, tres ingenieros italianos que trabajaban en un proyecto en la ciudad de Yazd cayeron en manos de una de esas bandas. Una semana después fueron liberados sanos y salvos, tras una negociación sobre la que el Gobierno no ha facilitado detalles, pero que pudo llevar consigo la salida de la cárcel de alguno de los traficantes.
Sin implicación política
Gafo, que observa la situación "con preocupación y prudencia", se mostraba ayer "esperanzado" en que se pudiera resolver el caso "esta misma noche [por ayer]". "No parece que haya ninguna implicación política y, de tratarse de una banda de narcotraficantes, buscarán una recompensa o un intercambio de prisioneros", declaró. El subdirector de la Oficina de Información Diplomática (OID), José Luis Solano, se mostró menos optimista, informa Servimedia: "Tienen que pasar días hasta que haya alguna reacción".Los avances de Irán en la lucha contra el tráfico de drogas han motivado el reconocimiento internacional con la reciente apertura en Teherán de una oficina de la ONU especializada en el narcotráfico. El portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores iraní, Hamid Reza Asefi, calificó ayer lo sucedido de "acto repugnante e inhumano", aseguró que se habían tomado todas las medidas para resolver el problema y dijo que esperaban "un pronto desenlace". El secuestro se ha producido un día después de que el presidente iraní, el reformista Mohamed Jatamí, abriera una investigación sobre el acoso sufrido por algunos turistas que acudieron a observar el eclipse del pasado miércoles.
"Es difícil precisar cuántos ciudadanos españoles se encuentran en Irán, pero no creo que alcancen el centenar", dijo Gafo. La empresa de turismo estatal Iran Tourist Travel Co., una de las dos grandes mayoristas que llevan turistas a este país, recibió el año pasado a cerca de 2.000 españoles, según señaló ayer a EL PAÍS su director gerente, Israsil Shashizadeh. Una portavoz de la otra mayorista, la privada Caravan Shara, cifró sus clientes en "algo más de trescientos durante 1998 y por encima de quinientos en lo que va de 1999".
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.