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Oasis de cultura y naturaleza en el corazón del mundo

Ángeles Espinosa

La ciudad iraní de Kermán, capital de la provincia del mismo nombre, es un gran oasis de verdor en las márgenes del desierto del Lut. La región, a la que el poeta sufí del siglo XIV Shah Nemat-ol-lah-e Vali denominó "el corazón del mundo", estuvo durante siglos en la ruta de las caravanas hacia la India y fue testigo de un pasado de esplendor cuyos vestigios atraen hoy a centenares de turistas.Aunque reedificada en el siglo III de nuestra era, hay testimonios históricos de una existencia muy anterior. Así, el historiador caldeo Berossus cuenta que Ciro el Grande desterró a Kermán al rey Nabonidus tras la toma de Babilonia.

Su caravasar, la tradicional posada caravanera oriental, su bazar, los baños públicos, pero sobre todo las fortalezas de Artajerjes (el fundador de la dinastía sasánida) y de Dojtar, la convierten en una de las ciudades más visitadas de Irán después de la capital, Teherán, Isfahán y Shiraz (Persépolis).

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Conviven, además, en Kermán mezquitas, escuelas religiosas y otros monumentos del periodo safávida (siglos XVII y XVIII), con templos de fuego de los zoroastrianos. Es precisamente esa diversidad la que llena de atractivo una ciudad situada a casi mil kilómetros de la capital, pero con la que existen buenas y fluidas comunicaciones tanto aéreas como terrestres.

Además, la ciudadela de la antigua ciudad de Bam, uno de los lugares arqueológicos más espléndidos de Irán, se encuentra a 190 kilómetros al sureste de Kermán. La historia de Bam se remonta a la época de los partos (entre los años 250 antes de Cristo y 224 de nuestra era) y ha estado habitada con continuidad hasta el siglo pasado.

Batallas con traficantes

La carretera que une ambas ciudades, a través del desierto, parecería en principio más proclive a un asalto por parte de bandas incontroladas que el comedor de un hotel en el centro mismo de la capital provincial. La frontera con Afganistán se encuentra relativamente cerca y sus proximidades son a menudo escenarios de verdaderas batallas entre el Ejército iraní y las bandas de traficantes de droga que, desde el país vecino, intentan introducir sus cargamentos.En términos económicos, la provincia de Kermán cuenta con importantes minas de cobre, una destacada industria de alfombras y un sector agrícola que produce pistachos, alheña y cítricos. El turismo, como en el resto de Irán, es aún una fuente de ingresos naciente para sus cerca de dos millones de habitantes.

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Sobre la firma

Ángeles Espinosa
Analista sobre asuntos del mundo árabe e islámico. Ex corresponsal en Dubái, Teherán, Bagdad, El Cairo y Beirut. Ha escrito 'El tiempo de las mujeres', 'El Reino del Desierto' y 'Días de Guerra'. Licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense (Madrid) y Máster en Relaciones Internacionales por SAIS (Washington DC).

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