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Entrevista:ALAITZ ETA MAIDER "TRIKITILARIS"

"Nuestro contenido político y social no interesará a los japoneses"

La invasión oriental no cesa. Restaurantes, automóviles y productos de precisión concebidos en el extremo asiático se han convertido en herramientas y paisajes cotidianos también en Euskadi. Pero parece que la cultura euskaldún ha encontrado un pequeño ariete con el cual intentar una pacífica contraofensiva: su música. Concretamente, los nipones parecen especialmente atraídos por el sonido de la trikitixa. Dicha simpatía por el pequeño acordeón diatónico justifica el viaje promocional que Alaitz eta Maider van a realizar a Japón, entre los próximos días 18 y 23, y la distribución en dicho mercado de 2.000 ejemplares de Inshala (Elkarlanean), su segundo elepé. A las preguntas responde la joven panderetera Maider Zabalegi. Pregunta. ¿Cómo surge lo de promocionar Inshala en Japón? Respuesta. La casa discográfica, Elkar, llevaba un tiempo trabajando en ello. Primero empezaron a venderse allí discos de Kepa [Junkera], Oskorri, Maixa ta Ixiar, el nuestro,... vinieron dos personas de allí , se interesaron y nos propusieron ir a presentar el segundo disco que hemos sacado. Nos pilló por sorpresa, no lo esperábamos, pero aceptamos y , jobar, vamos encantadas. Nos apetece, nos hace muchísima ilusión, creo que es una experiencia muy bonita poder ofrecer a otro tipo de público nuestra música y ver cómo la acepta la gente, cómo reacciona. Aunque un poco nerviosas sí que estamos. P. ¿Cuál es la agenda de su viaje? R. Tenemos que ir a radios, a televisión y hablar con gente de allí, sobre todo de promotoras, en fiestas. Vamos a presentar el disco, aunque como objetivo nos gustaría poder volver allí con el grupo. P. ¿Entra en sus planes conquistar el mercado oriental? R. No nos lo hemos planteado. Nos ha surgido la oportunidad de ir a Japón y ya se verá con el tiempo lo que pasa. Estamos muy a gusto tocando aquí y, si tiene que surgir algo, ya surgirá. P. ¿Conocen ustedes algo de música japonesa? R. La verdad es que no, pero porque vayamos no nos vamos a poner a estudiar su música. En Japón tendremos buena oportunidad de conocer gente y la música que se hace. Mejor empezar allí y no llevar de aquí. P. ¿Los casi 2.000 ejemplares que han distribuido en la isla pueden justificarse con la existencia de paralelismos entre la cultura y la música japonesa y la vasca? R. Yo, la verdad, es que no sabría decir si la música de allí se parece a la de aquí. No sabría explicar por qué hemos vendido esos discos. Puede que les gusten nuestros instrumentos y que la música sea muy alegre. P. ¿Les atraerá el contenido político y social de sus letras? R. No creo. Nosotras hacemos música, pero, como a toda la sociedad vasca, nos incumben unos asuntos: el sida, la situación política que vivimos,... Todo eso repercute y sale en las letras. Nosotras estamos muy agarradas a esto. P. ¿Sería un fracaso no vender los 2.000 discos distribuidos? R. No. Creo que lo importante, en este caso, es que la música vasca se esté expandiendo. P. ¿Este viaje es la prueba definitiva de que el boom trikitilari era bastante más que una moda estéril? R. No sé. Yo al principio sí creía que era una moda, pero veo que está durando y ya se verá hasta dónde puede llegar. El tiempo dirá, pero, en tanto, está en un buen momento; han surgido muchos grupos, como Etzakit, y pienso que surgirán muchos más.

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