El SAS tiene a 35 personas en lista de espera para las operaciones gratuitas de cambio de sexo

Bibiana Montoya, almeriense, de 42 años, es uno de los 35 transexuales que están en lista de espera para someterse a una operación de cambio de sexo, financiada por el Servicio Andaluz de Salud (SAS). Casi la mitad son mujeres que solicitan una conversión física en hombres, una cifra que ha sorprendido a las representantes del Colectivo de Transexuales de Andalucía, por la proporción minoritaria que suelen representar estos casos. Aunque el proceso de tratamiento y selección está ya en marcha, las intervenciones quirúrgicas comenzarán a partir del próximo año.

El SAS y el Centro de Identidad de Género han creado una comisión de seguimiento que se encarga de diseñar y evaluar el proceso previo a la intervención quirúrgica. Desde que se diagnostica un caso de transexualidad hasta su llegada al quirófano pueden discurrir dos o tres años, según la psicóloga Dolores Izquierdo. Hecho el diagnóstico, el transexual se somete a una fase de preparación psicológica para la hormonación y, a continuación, a una prueba de "vida real", encaminada a socializar al transexual en su nuevo género. Esta comisión se encargará, de igual modo, de establecer el orden de las intervenciones de cambios de sexo, según la maduración de cada caso y sus posibilidades de éxito. Casi la mitad de los transexuales que están en lista de espera han iniciado ya alguna fase del tratamiento preparatorio. Y, en concreto, cinco de ellos se encuentran en etapas ya avanzadas, tanto por su integración social como por su tratamiento hormonal. La elección sobre la primera persona que se operará en un hospital del SAS, sin embargo, no está decidida. Dolores Izquierdo, que pertenece a la comisión de seguimiento, explica que, antes de que se inicie la fase quirúrgica, los transexuales tendrán que culminar el tratamiento completo y los propios cirujanos seguirán un curso de formación en Amsterdam (Holanda). Los integrantes de la comisión calculan que las primeras operaciones comenzarán en el año 2000. El SAS, además, sólo acondicionará unidades en algunos hospitales andaluces para realizar estas intervenciones. La mayoría de los casos incluidos en la lista de espera proceden de Sevilla, Málaga y Cádiz, si bien hay peticiones de todas las provincias, según Kim Pérez, presidenta del Colectivo para la Identidad del Género. Las demandas de transexuales que desean convertirse en hombres han sorprendido en la asociación, que barajan estadísticas de otros países donde estos casos representan un tercio de los transexuales que quieren convertirse en mujeres. Dolores Izquierdo lo atribuye a la inclusión de las operaciones entre las prestaciones de la sanidad pública andaluz. Los transexuales que aspiran a una masculinización completa, aclara la psicóloga, gozan de mayor aceptación social. Las razones, según Izquierdo, obedecen a que sus mudanzas pueden pasar más desapercibidas e, incluso, a factores culturales muy arraigados. "El hecho de que esté mejor valorado ser varón hace más difícil de entender para alguna gente que un hombre desee convertirse en mujer", aduce.