Seis españoles sufrieron lesiones graves por mirar el eclipse sin protección

Las numerosas advertencias realizadas no consiguieron convencer a muchas personas para que tomaran precauciones a la hora de seguir el eclipse del miércoles. Al menos seis españoles con lesiones graves en los ojos y otros 60 con daños menores han pasado por los hospitales de varias capitales. Esta cifra puede aumentar en los próximos días, ya que los efectos de las quemaduras de los rayos solares en la retina pueden tardar varios días en mostrarse, y ser irreversibles.

Los síntomas en los casos más graves son dolor de ojos, pérdidas parciales de visión y manchas en la vista. Otras señales de alarma son molestias, irritación y conjuntivitis. Un 50% de los enfermos graves se recupera en un plazo de seis meses, pero en algunos casos la pérdida de visión puede ser permanente.Una joven de Barcelona fue atendida en la mañana de ayer con una disminución visual del 50% en ambos ojos. La joven reconoció que estuvo mirando el eclipse durante varios segundos sin protección, lo que le ha provocado quemaduras en la retina de tratamiento complicado, según fuentes del hospital Clínico barcelonés. El mismo hospital atendió a un hombre con la visión mermada en un 30%.

En la provincia de Valencia, tres casos revestían cierta gravedad. Dos de ellos fueron diagnosticados como maculopatía solar en el hospital La Fe de Valencia. La tercera persona llegó al centro privado La Casa de la Salud con una pérdida de visión del 70%. Las demás consultas fueron por lesiones leves de córnea.

El sexto caso grave es el de una mujer que fue atendida en Pamplona de una retinosis queratiniana. El resto de las consultas, más de sesenta, fueron dadas de alta por padecer lesiones leves. A otro centenar de personas no se les diagnosticó nada más que aprensión. Los centros sanitarios recibieron también numerosas consultas telefónicas.

El eclipse también ha dejado secuelas en los ojos de los curiosos de otros países, donde ha habido cientos de consultas. El caso más grave de los que se conocen es el de un joven de 18 años que ayer ingresó en la clínica oftalmológica Marzahn de Berlín (Alemania) con graves quemaduras en los ojos y pérdida de un 80% de la visión.

Quien no puede echarle la culpa al eclipse de sus males es Ion Tacu, un rumano que, ante el temor al eclipse, se encerró en el sótano de su casa con tres litros de aguardiente, donde fue encontrado muerto por su mujer al lado de la garrafa, vacía de licor, horas después.