Un tren a ritmo de "reggae"

Las 16.000 personas que, según la organización, se han pasado este fin de semana por el U-Zona Reggae, la cita más importante de música reggae de Europa, abandonaron ayer Torelló (Osona). La mayoría eligió el tren como medio de transporte. En el interior de los vagones aún resonaban los ritmos de tres días de música jamaicana y mestizaje. La partida fue lenta después de un sábado noche eterno que tuvo su mejor momento con The Wailers. El U-Zona Reggae es, más que un festival, un maratón nocturno de música. El apretado y denso programa de actuaciones, que se han prolongado ambos días hasta las ocho de la mañana, dejó poco tiempo y silencio para dormir. Con ojeras, polvorientos y sudados -durante el día el termómetro no bajó nunca de los 30 grados-, los asistentes del festival de Torelló se tomaron con calma la retirada. No podían hacer otra cosa: el camino hasta la estación de tren -el medio de transporte más utilizado- no era poca cosa. Una escalinata de varios cientos de peldaños enlazaba el recinto del festival y las vías ferroviarias. Algunos no se fueron sin darse primero una ducha al aire libre -muchos sin ropa- e invertir los últimos wailers (moneda oficial del festival) en un café con leche y una madalena. Una vez cambiados los wailers, es imposible recuperar su valor en pesetas. Los más lentos fueron los pertenecientes a aquella clase de festivaleros felices de vivir entre conciertos, de trasnochar y de descuidar, y mucho, su higiene personal. Se aferraban al saco de dormir o dormitaban bajo un árbol. Al final, abandonaron poco a poco el recinto, por donde parecía que hubiese pasado Atila, rey de los Hunos. Sólo se quedaron los encargados de limpiar los restos de 32 horas de música interrumpida por mucho calor, juegos malabares, actividades circenses y paseos por el mercadillo.PASA A LA PÁGINA 5