Las Fiestas de Gràcia destinarán parte de sus beneficios económicos al pueblo de Kosovo

Una veterana actriz, Carlota Soldevila, inaugurará el próximo día 14 las Fiestas de Gràcia, que destinarán parte de sus beneficios a la solidaridad con la población civil de Kosovo. El programa, presentado ayer, es parco en innovaciones, pero, como siempre, rebosa de actividad. La Federación que aglutina a las entidades que organizan estos ocho días de fiesta se desmarcó también de la intención de la plataforma del barrio que apoya a Pasqual Maragall, aspirante socialista a la presidencia de la Generalitat, de celebrar actos para promocionar su candidatura.

Soldevila, cofundadora en 1976 del Teatre Lliure, que abandonará su sede en Gràcia para trasladarse a la futura Ciutat del Teatre, dará el pistoletazo de unas fiestas que se prolongarán hasta el sábado 21. Serán ocho días con 24 calles engalanadas, las mismas que el año pasado, y con la celebración de unas 600 actividades: conciertos, bailes, teatro, deporte, exposiciones, poesía, pasacalles, habaneras, vedettes y las tradicionales cenas de vecinos en la vía pública. La plaza del Sol, principal punto de encuentro de la multitud de jóvenes que se reúnen en Gràcia por la noche, no ofrecerá este año ningún concierto por falta de acuerdo entre sus vecinos y los propietarios de los bares. El presupuesto de las Fiestas -al que el Distrito de Gràcia aporta 40 millones de pesetas y la Generalitat 12- ronda los 200 millones. De los beneficios económicos que obtengan las diversas asociaciones del barrio, una parte irá a parar a Kosovo. De esta manera, Gràcia extiende su vertiente solidaria, puesto que hasta la edición de este año sólo reservaba un espacio concreto a la cooperación. La Federación, a la espera de conocer las prioridades de las entidades que canalizan las ayudas de este tipo, aún no ha decidido a qué ONG confiará la cantidad reunida. En todo caso, ha invitado a unos 200 kosovares para que participen en el Primer Encuentro de Cultura Popular que se celebrará el día 21. Esta jornada, que consta de tres pasacalles, pretende hacer llegar la fiesta a todos los rincones del barrio con la reunión de unas 30 entidades, entre colles castelleres y de bailes populares, diablos, bestias y gigantes de toda Cataluña. La rumba, patrimonio, en cierto modo, del colectivo gitano del barrio, es la protagonista de una de las pocas novedades de este 1999. La Federación ha grabado un disco compacto con la canción És la festa, compuesta por Antonio Sicus Carbonell e interpretada por él mismo y por el grupo Sabor de Gràcia, que pretende convertirse en un himno de las jornadas. El disco no se pondrá a la venta y sólo podrán obtenerlo aquellos que reúnan en un álbum todos los sellos y cromos que se reparten, a cambio de 25 pesetas, en cada una de las calles engalanadas. Una fiesta tan antigua como ésta -tiene más de 180 años- no podía olvidar la historia y ha organizado una exposición que recuerda los refugios antiaéreos que construyeron los vecinos del barrio durante la Guerra Civil. Su ubicación, en la Asociación Catalana para la Integración y el Desarrollo Humano (ACIDH), será también la sede de un espacio alternativo. ACIDH, en la calle Siracusa, albergará el VII Festival de Polipoesía de Barcelona. Desencuentro político A pocos meses de la campaña para las elecciones autonómicas, se prevé el desembarco de un buen número de políticos en Gràcia. Los representantes de la Federación quisieron desvincularse de cualquier aparición de carácter electoralista y emitieron un comunicado, avance de un manifiesto que harán público hoy, en el que expresan su "total desacuerdo y descontento" con la plataforma Maragall T Gràcia, graciencs pel canvi. Este grupo en apoyo al candidato socialista a la presidencia de la Generalitat tiene previsto mantener abierta una oficina durante todas las fiestas y una exposición que lleva por título Catalunya avui, Catalunya demà.