"Esto es como en los días de la guerra"

"Esto es como en los días de la guerra", comenta asombrado un representante español de una organización humanitaria cuando llega a la frontera de Kosovo y Macedonia y se encuentra con que el paso está bloqueado por miles de personas que tratan de salir del país. Los principales accesos fronterizos a Macedonia se encuentran, sin razón aparente, colapsados desde hace más de una semana. Sólo los soldados de la fuerza internacional para Kosovo (Kfor) los pueden franquear sin problemasTodos apuntan a una nueva táctica del Gobierno de Macedonia, particularmente incómodo con la presencia de las tropas internacionales en su territorio, para tratar de sacar el máximo partido a su situación como país de tránsito hacia Kosovo.
Las filas de vehículos cargados de personas y bultos se extienden en algunos puntos durante varios kilómetros. Los grandes camiones se mezclan con los turismos, muchos de los cuales, dado su mal estado, terminan por averiarse en medio de la calzada multiplicando la sensación de caos. Las filas no se respetan y todos tratan de serpentear como pueden entre la marabunta de coches, mientras algunos tratan de ganarse el favor de los policías macedonios, bien mediante ruegos, bien ofreciéndoles algo de comer o cigarrillos.
En la garita del lado macedonio, la situación se repite en las diversas fronteras. Un solo guardia comprueba con parsimonia la documentación de los ocupantes del vehículo que pretende pasar. Éstos, además, deben rellenar un formulario de entrada en el país que no les es facilitado hasta que llegan a la misma demarcación fronteriza. Una vez comprobados nombres y caras procede a teclear los nombres, números de pasaporte y direcciones de todos los ocupantes. Finalmente, sale de la garita, observa el vehículo, comprueba su documentación, anota el número de la matrícula y le franquea el paso. El proceso, que lleva unos veinte minutos, se ve interrumpido frecuentemente con largas charlas con los compañeros. Mientras, centenares de personas observan cómo cae la noche sin que puedan cruzar de un país a otro.
Desde Kosovo, por el paso de Blace, una amorfa fila de personas a pie que mide cientos de metros aguarda durante horas para recibir el visto bueno de los aduaneros macedonios. La mayoría son refugiados albanokosovares que, cargados con sus maletas y bultos, cruzan de nuevo la frontera para volver a los hogares albanokosovares en los que han sido acogidos en Macedonia, visto que, por ahora, no tienen donde vivir. La mayoría de ellos han entrado en Kosovo sólo para constatar que lo han perdido todo. Tras unas semanas junto a las ruinas de sus casas quieren regresar al país que los acogió.
"El problema de las colas no se produce en territorio macedonio, es fuera", dice un policía macedonio que mantiene cortados todos los carriles de entrada excepto uno. "Están haciendo esto desde hace quince días. Se lo toman con calma", comenta un policía búlgaro que se ha acercado hasta la línea de demarcación para tratar de convencer a sus colegas de que agilicen los trámites.
En las carreteras macedonias no se ven camiones con matrículas extranjeras (los que llevan la ayuda a Kosovo) viajando solos. Son obligados a viajar en convoyes, lo que en teoría agiliza los trámites aduaneros, pero en la práctica los somete a largas esperas. Únicamente los camiones yugoslavos se libran de esta medida. "Gligorov se equivoca", dice un aduanero búlgaro. "No se puede estar contra todo el mundo y pretender sacar ventaja".
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.
Sobre la firma

Archivado En
Últimas noticias
Así es el Plan Veo para la compra de gafas y lentillas de niños y adolescentes: hasta 100 euros por menor y en ópticas concretas
La policía de Australia presenta 59 cargos contra el sospechoso del atentado en Sídney
Las hipotecas alcanzan su máximo en octubre en 15 años con 52.198 préstamos
Dembélé ganó el The Best con 11 puntos más que Yamal y Paredes no votó a Bonmatí: así fueron las votaciones
Lo más visto
- Elon Musk, más cerca de ser el primer hombre en alcanzar una fortuna de un billón de dólares
- La UCO precipitó la detención del expresidente de la SEPI porque se percató de que lo seguían cuando iba a una cita con Leire Díez
- El rechazo de Francia y las dudas de último minuto de Italia amenazan con descarrilar la firma del acuerdo entre la UE y Mercosur
- Interior nombra jefe de la UCO al coronel Pedro Merino, exintegrante de la unidad y que estuvo destinado en La Zarzuela y Seguridad Nacional
- La jueza de la dana declina citar a Sánchez porque no consta que estuviera informado “en tiempo real” por Mazón como Feijóo




























































