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La vigilancia reforzada de la Kfor no impide que prosiga la violencia contra los serbios

Jorge Marirrodriga

ENVIADO ESPECIALA pesar de los continuos llamamientos de los representantes internacionales para que cese el fin de la venganza de la población albanesa sobre los serbios de Kosovo, cada día prosigue el lento goteo de víctimas serbias a las que la fuerza internacional (Kfor) no ha podido proteger de la ira albanokosovar. Ayer, los soldados británicos descubrieron en Pristina los cadáveres de un matrimonio serbio asesinado a tiros. La creación de lo que la administración de la ONU llama "una sociedad multiétnica" parece cada vez más lejana.

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El doble asesinato de Pristina no ha sido el único acto de violencia contra la población serbia en las últimas horas. Según informó el portavoz de la Kfor, el comandante canadiense Roland Lavoie, en la localidad de Vrbovac, al norte de Pristina, una pareja de ancianos serbios fue tiroteada por varios desconocidos y la mujer resultó herida de gravedad. Los agresores lograron huir. En Bogosevac, al suroeste, en la zona controlada por el Ejército alemán, ocho albanokosovares fueron detenidos por sus amenazas contra 17 serbios refugiados en una casa. En Ade, al norte, otra iglesia ortodoxa fue objeto de un atentado con bomba.La Kfor ha redoblado su presencia en las zonas rurales habitadas por serbios. Ayer era posible observar en la ruta que une Pristina con Urosevac (al sur) numerosos vehículos militares a la entrada de las poblaciones serbias y junto a sus templos. Este despliegue coincide con la campaña de protección ofrecida a los agricultores, cuyo objetivo es impedir que se repita la matanza de Gracko, donde, el pasado 23 de julio, 14 agricultores serbios fueron asesinados en una emboscada.

El Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) está acogiendo las peticiones de los serbios que quieren abandonar la zona por temor a la venganza albanesa. Sin embargo, en este caso no se puede hablar de un nuevo éxodo masivo, dado lo reducido del número de serbios que quedan en Kosovo, apenas 40.000, la mayoría concentrados en la zona de Mitrovica, bajo control del Ejército francés y donde se sienten seguros.

Precisamente ayer, el administrador de la ONU para Kosovo, Bernard Kouchner, se trasladó hasta esa zona para visitar una fosa común en la que los forenses ya han exhumado los cuerpos de 72 albanokosovares, la mayoría de los cuales presentan disparos en la cabeza y algunos de ellos heridas mortales por arma blanca. Kouchner se lamentó compungido: "Aquí hay una historia de sufrimiento indescriptible" El número de albanokosovares muertos varía entre los 10.000 avanzados el lunes por la administración de la ONU en la región a los 7.000 que manejan diversas agencias internacionales.

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Sobre la firma

Jorge Marirrodriga
Doctor en Comunicación por la Universidad San Pablo CEU y licenciado en Periodismo por la Universidad de Navarra. Tras ejercer en Italia y Bélgica en 1996 se incorporó a EL PAÍS. Ha sido enviado especial a Kosovo, Gaza, Irak y Afganistán. Entre 2004 y 2008 fue corresponsal en Buenos Aires. Desde 2014 es editorialista especializado internacional.

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