Dos orejas de toros sin clase
Si un toro para morir sólo necesita de tres pinchazos y dos descabellos, o cuatro pinchazos y un descabello, es que más que un toro es una vaca pintada por Rousseau, el Aduanero. Valga lo dicho en metáfora plástica para dibujar el comportamiento de los toros de Montalvo. Juan Mora, en su primer toro, lo puso todo el torero, incluido el exponer su físico. En su segundo no se cansó de dar tandas de derechazos y naturales, pero era como dárselos a un armario LuisXIV. De Juan José Padilla, que sustituyó a Morante de la Puebla, hay que reseñar su actuación pasando una cortina de popelín por las faenas de sus toros. Lo reseñable se centra en los dos primeros tercios: a su primero lo recogió con dos largas cambiadas y unos pasables lances a la verónica. Con las banderillas puso los dos primeros pares buenos y el tercero fue la apotesosis, porque se marcó un par de banderillas de los llamados "del violín". La plaza tronó con esos arpegios. En su segundo toro se fue a porta gayola, para, a continuación, largar unos trapazos y rematarlos con una media de rodillas. En banderillas, el primer par fue bueno; el segundo, malo, y el tercero, pasable. Ahí acabaron las lindas cualidades que atesora este bullanguero diestro. Por supuesto, que conecta rápido con el público y que se le aplaude a rabiar. Eugenio de Mora hizo lo más torero, que no fue mucho, desplegado en la plaza de Azpeitia. En los dos toros estuvo por encima de las reses e instrumentó en su primero derechazos muy ligados, con cadencia. Otra tanda de derechazos templados para tomar la mano zurda, pero el toro, por ese pitón no pasaba. A este primer toro hay que señalar unos buenos lances para recibirlo. A su segundo, después de unos doblones con fundamento, le dio naturales largos, y para cuando tomó la derecha el toro se había quedado sin la poca alma que tenía. Comoquiera que no había más toro, el torero echó mano de desplantes y de unas socorridas manoletinas muy ceñidas. En esta ocasión, los toreros estuvieron por encima de los toros.
Montalvo / Mora, Padilla, De Mora Los toros de Montalvo, pobres de cabeza, blandos, sin clase
Juan Mora: cuatro pinchazos, descabello (silencio); estocada ladeada (aplausos). Juan José Padilla: estocada atravesada, media (petición); estocada ladeada (aviso) (oreja). Eugenio de Mora: tres pinchazos, dos descabellos (ovación); estocada (oreja). Plaza de Azpeitia, 1 de agosto. 2ª de feria. Lleno.
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