El Tribunal de La Haya denunciará a Croacia en la ONU por no cooperar
Las relaciones entre el tribunal penal para la exYugoslavia y Croacia, ya tensas desde que en días pasados las autoridades croatas se negaran a entregar a dos acusados, siguen creciendo. La fiscalía anunció ayer en La Haya su intención de denunciar ante el Consejo de Seguridad la actitud croata de "no cooperar" poco después de solicitar la cadena perpetua para el general bosniocroata de 38 años Tihomir Blasckic por crímenes contra la humanidad.Las diferencias entre Croacia y el tribunal se han acentuado por el interés de la fiscal jefe, Louise Arbour, en obtener pruebas sobre la Operación Tormenta. El tribunal sospecha que en esta acción militar croata se cometieron graves atrocidades, pero Zagreb se ha negado reiteradamente a cooperar. Alega que se trata de un asunto de "seguridad nacional" y de "la dignidad del pueblo croata".
La puesta en marcha del mecanismo de queja, que podría desembocar en sanciones del Consejo de Seguridad, se hizo pública poco después de que uno de los fiscales, Gregory Kehoe, escoltado por un tablero repleto de fotografias de musulmanes asesinados, solicitara sin ningún reparo la cadena perpetua contra Tihomir Blasckic, después de dos años de juicio.
Las fotografías que ayer circulaban en la sala del tribunal, y que ya dieron la vuelta al mundo en abril de 1993, fueron realizadas por soldados británicos de las fuerzas de paz de Naciones Unidas que descubrieron los cuerpos mutilados y calcinados de una despiadada matanza en el pueblo de Ahmici (centro de Bosnia). En tan sólo una noche, decenas de musulmanes, hombres, mujeres y niños, fueron pasados a cuchillo o salvajemente quemados vivos en sus casas por las fuerzas croatas.
Según la fiscalía, Blasckic, entonces comandante de las milicias croatas de Bosnia (HVO), dio la orden de asesinarlos en el marco de una depuración étnica que pretendía eliminar a los musulmanes. Por esa matanza y por su responsabilidad en "los ataques sistemáticos contra localidades habitadas por musulmanes en el valle de Lasva", entre 1992 y 1994, los fiscales le acusan de cometer crímenes contra la humanidad y de graves violaciones contra la Convención de Ginebra. Blasckic, que se entregó voluntariamente al tribunal en abril de 1996, ha mantenido desde el principio su inocencia. El caso ha situado al presidente croata, Franjo Tudjman, en primera línea de las acusaciones, porque, según el fiscal, "Blasckic llevaba a la práctica la política elaborada en Zagreb".
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