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Pequeños incidentes acompañaron la visita de los Reyes al Puente Colgante

Los Reyes inauguraron ayer las nuevas instalaciones del Puente Colgante, el transbordador que desde 1893 une Portugalete y Las Arenas. Don Juan Carlos y doña Sofía cruzaron la Ría en el transbordador de hierro y estrenaron uno de los ascensores del puente - el otro se estropeó- y el mirador panorámico. La visita de los Reyes estuvo rodeada por un impresionante despliegue de cuerpos de seguridad. El Gobierno vasco, salvo los consejeros de EA, recibió a don Juan Carlos y doña Sofía en la explanada del puente, donde se congregaron desde el mediodía miembros de Gestoras pro Amnistía, que convocaron concentraciones de protesta en las dos márgenes, y personas que se acercaron a vitorear a los soberanos. La cercanía de estos dos grupos causó algunos incidentes. Los primeros altercados se produjeron cuando los simpatizantes de Gestoras arremetieron contra varias mujeres que se apostaron con una bandera española para recibir a los Reyes. Hubo empujones e insultos, pero las mujeres no se arredraron y replicaron a los gritos "De Euskal Herria os vamos a votar" con contundencia. "Somos españolas y vascas y venimos a recibir a nuestro rey. No como vosotros, que seguro que la mitad sois maketos", respondieron las mujeres. Más tranquilidad se vivió en la orilla de Portugalete, donde sólo se escucharon gritos en favor de los presos y vivas a la República. Tras subir en el ascensor y descubrir una placa, los Reyes escucharon el discurso del lehendakari, Juan José Ibarretxe, quien destacó que la sociedad vasca está "más ilusionada que nunca. El desafío del siglo XXI es alcanzar la paz y construir una sociedad reconciliada".

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