_
_
_
_
Cartas al director
Opinión de un lector sobre una información publicada por el diario o un hecho noticioso. Dirigidas al director del diario y seleccionadas y editadas por el equipo de opinión

Racismo, clasismo e ignorancia

Los lamentables sucesos acaecidos recientemente en el popular barrio de Ca n"Anglada, en la población de Terrassa, demuestran que la integración de la inmigración pobre del Tercer Mundo, ennuestras sociedades es un grave problema pendiente.De hecho, el conato de racismo de estas semanas es difícil de definir. Quizá, aquí y ahora, pueda decirse que la xenofobia es el peor clasismo elevado a la enésima potencia, o un rechazo -algo irracional- a una pobreza ajena y, también, una gran manipulación colectiva que pequeños grupos fascistas desarrollan en cortos espacios de tiempo y que se amplifica a través de diversos medios de comunicación poco profesionales. Es decir, que la combinación de la criminalización de la pobreza (como antítesis de la ostentación salvaje de la riqueza que fomenta un modelo sociopolítico ultraliberal, huérfano de los valores éticos), unido a la irresponsabilidad de las diferentes administraciones, que desgraciadamente en estas cuestiones siempre actúan con falta de previsión, provoca infiernos como el de Terrassa.

Ante estos acontecimientos más que subidos de tono, la mejor vacuna es dejar la retórica y la demagogia a un lado y empezar a reaccionar. Primeramente, luchando contra la ignorancia a favor del multiculturalismo y la diversidad, lo cual sólo se consigue con tolerancia, repeto a las leyes laicas -en este sentido, pienso que la religión (no sólo la mulsulmana) es un elemento perturbador de la integración- y, lo más importante, que el Estado de Bienestar, en mayúsculas, llegue a todos los rincones y haga imposible las bolsas de pobreza y marginación. Lógicamente, también es preciso actuar con contundencia legal contra los que se aprovechan de esta situación de fractura social, y es necesario hacerlo en tres aspectos concretos:

1. Contra los grupos neonazis, que, más allá del racismo, buscan cargarse la democracia para aplicar una dictadura sanguinaria.

2. Contra los neoliberales y demás sinvergüenzas que tratan de aprovecharse económicamente del inmigrante pobre para enriquecerse rápidamente, lo cual también provoca la caída de los salarios y la precariedad y las protestas de los trabajadores autóctonos.

3. Con la exigencia de responsabilidades políticas, aplicando si es necesario sanciones económicas y políticas, a través de la UE, a los gobiernos corruptos de países como Marruecos, Rumania o Albania, para que dejen de dar apoyo y cobertura a las mafias y a los privilegiados y tengan más en cuenta a sus ciudadanos más depauperados.- . .

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_