Un sector de CCOO pide a sus responsables de Sanidad que rechacen las fundaciones públicas

El sindicato CCOO está dividido entre defensores y detractores de las fundaciones públicas sanitarias. Los responsables de Sanidad, con la secretaria general, María José Alende, al frente, han anunciado su apoyo al reglamento que regula ésta y otras nuevas formas de gestión sanitaria impulsado por el Gobierno. Pero la mayoría de las secciones sindicales de CC OO de los hospitales de Madrid rechazan esta posición y así se lo han hecho saber, por medio de una carta, al secretario general del sindicato, Antonio Gutiérrez, y a otros dirigentes, a los que piden que intervengan para impedir el apoyo del sindicato al texto.El Insalud tiene previsto llevar hoy a la mesa sectorial de Sanidad su proyecto. UGT y la Confederación Estatal de Sindicatos Médicos (CESM) ya han anunciado que no estamparán su firma en el borrador.

Desde que el Gobierno logró aprobar las fundaciones públicas sanitarias, en diciembre en el Parlamento, CCOO se dividió. En las manifestaciones realizadas para protestar contra la puesta en marcha del modelo, que permite mayor autonomía a la dirección de cada hospital para gestionar sus recursos, podían verse militantes de base del sindicato, si bien éste nunca estuvo entre sus convocantes.

Esta semana, ese rechazo, que esporádico y anónimo, se ha vuelto oficial en un sector del sindicato. Ocho de los 11 responsables de las secciones sindicales de CCOO en las áreas del Insalud de Madrid han firmado la carta en la que le piden al secretario general del sindicato que "paralice la plasmación de la firma o aceptación de CCOO" del reglamento. Los firmantes solicitan, además, que la confederación del sindicato, que agrupa a todas las federaciones sectoriales, se pronuncie sobre el asunto.

Esta carta es la respuesta al anuncio de la federación estatal de sanidad del sindicato, cuya responsable no pudo ser localizada ayer por este diario, de que apoyará el texto, que ha incorporado muchas de sus propuestas en los cinco meses de diálogo con el Insalud.

La discrepacia no es sólo de fondo, las fundaciones como "privatización" de la sanidad, sino también de forma. Sus enemigos en CCOO consideran que el apoyo de la central al documento da "un apoyo expreso e innecesario" al Gobierno -al ser un real decreto sólo necesita para su entrada en vigor la aprobación del Consejo de Ministros- y rompe la unidad de acción con UGT, que se opone a las fundaciones. Este sindicato, por su parte, recordó ayer su posición en un comunicado. Para UGT, las fundaciones sanitarias no sólo "no resuelven los problemas", sino que "rompen" el sistema público.