El PSOE reclama que la Serranía de Ronda se declare zona catastrófica

Tras siete meses de polémica, el PSOE presentó el lunes en el Congreso una proposición no de ley para que la parte de la Serranía de Ronda que resultó afectada por las intensas nevadas del mes de diciembre sea declarada zona catastrófica. Este temporal causó daños por valor de 1.277 millones de pesetas: 827 correspondieron a los bosques y 450 a cultivos de olivares y castaños. Los 18 alcaldes afectados pidieron ayuda al Gobierno central. A principios de enero se reunieron en Málaga representantes de todos los niveles de la Administración, y acordaron aunar esfuerzos para actuar en la zona lo antes posible. El informe de valoración de los daños se redactó conjuntamente y se presentó en Madrid poco después. Pero en marzo la Subdelegación del Gobierno en Málaga comunicó que, como la Junta tiene transferidas las competencias en Medio Ambiente, no se podía exigir el concurso de la Administración estatal. Esta respuesta alzó un coro de críticas, tantas que la Subdelegación rectificó y se ofreció a incluir las ayudas a la Serranía de Ronda dentro de un decreto en el que también se proveerían subvenciones para paliar los daños derivados de un terremoto en Murcia y de unas lluvias torrenciales en Canarias. En mayo se concedieron las ayudas a Murcia y a Canarias, pero no a la Serranía. El PSOE se quejó de un "agravio comparativo", dado que la comunidad canaria también tiene transferidas las competencias de Medio Ambiente; el PP reaccionó conminando a la Junta a asumir de una vez sus responsabilidades. Ignacio Trillo, delegado provincial de Medio Ambiente, hizo notar que la Junta se había ofrecido a aportar el 50% del monto total, aunque sólo estaba obligada a dar el 25%, y que había sido el Gobierno central el que había descuidado sus obligaciones. Entretanto, ninguna Administración intervino en los bosques, que necesitaban una limpieza a fondo antes de que, con el verano, se multiplicase el riesgo de incendios. Ahora, aunque se librase el dinero de inmediato, sería imposible hacer nada hasta que no llegue el otoño y, con él, las lluvias.