El proceso de paz en el Ulster se colapsa ante la negativa de los unionistas a formar Gobierno
Las diferencias sobre el desarme sumen a la provincia en el caos institucional
Irlanda del Norte cayó ayer en el caos institucional con la renuncia del líder unionista, David Trimble, a constituir el Gobierno autonómico con los republicanos del Sinn Fein. El boicoteo unionista provocó la dimisión del nacionalista Seamus Mallon de su cargo de viceprimer ministro y la suspensión del calendario previsto para la aplicación del acuerdo de Viernes Santo de 1998. Trimble, que ocupa formalmente el cargo de primer ministro, se ausentó de la Asamblea de Belfast y permaneció en la sede de su partido mientras el presidente de la Cámara, John Alderdice, solicitaba su designación. El Gobierno británico describió la crisis como un "retroceso" y pidió ayuda a los partidos norirlandeses para recuperar un compromiso que garantice la estabilidad y paz duradera.
La explicación al boicot, que sumió a la provincia en un estado de ansiedad, la hizo Trimble a través de los medios de comunicación. "La reunión de la Asamblea era innecesaria. Es irracional que una organización armada acceda al Gobierno sin un compromiso para actuar conforme al proceso democrático", señaló el líder unionista.Su negativa a compartir puestos ministeriales con el Sinn Fein antes de que el Ejército Republicano Irlandés (IRA) entregue parte de su arsenal bélico hizo caer el nuevo autogobierno antes de que llegara a ver la luz. El Acuerdo de Viernes Santo -guía del proceso político- se sustenta en el principio de inclusividad por el cual ambas comunidades, protestante y católica, deben estar representadas en los órganos de gobierno.
Políticos de ambos sectores reaccionaron con furia al boicot unionista. "Lo que están haciendo es peor que el fracaso en hacer funcionar el Ejecutivo compartido. Impiden realmente su creación. Han deshonrado el Acuerdo y están insultando sus principios", criticó el nacionalista moderado Seamus Mallon del SDLP. Acto seguido, Mallon presentó su dimisión como viceprimer ministro del Ulster y exigió, como también lo hizo el Sinn Fein, la misma acción por parte de Trimble.
"Desangrar el proceso"
"El líder unionista no puede hablar desde el cargo privilegiado de primer ministro de la Asamblea. El acuerdo no pertenece a un individuo ni a un partido. Pertenece a la gente", explicó Mallon para responsabilizar al UUP (el partido de Trimble) de la presente crisis. El dirigente nacionalista no pudo contener su frustración al ver hecho añicos el proyecto edificado sobre los cimientos que él y John Hume crearon con su aproximación al Sinn Fein a finales de los años ochenta y, posteriormente, en 1992 y 1993. " han sangrado más y más concesiones de los Gobiernos y han desangrado hasta la saciedad al propio proceso", denunció. Mallon, sin embargo, no se dio por vencido y prometió colaborar con el resto de los partidos y los gobiernos de Londres y Dublín en la reconstrucción del proceso.Una revisión del Acuerdo de Viernes Santo, que se incluye en el documento y fue ayer confirmada por la ministra para Irlanda del Norte, Mo Mowlam, abre el camino a un posible compromiso sobre la formación del Gobierno autonómico y la entrega de las armas por los grupos paramilitares. "Esta revisión es ahora el futuro del proceso político", señaló Mallon.
En cualquier caso, Trimble ha conseguido aparcar por el momento la aplicación del acuerdo firmado en el castillo de Stormont. La Asamblea quedó ayer suspendida. De la misma forma se retiró del Parlamento de Westminster, antes de ser promulgado, el proyecto de ley con las salvaguardas sobre desarme y la suspensión de las instituciones autonómicas.
En la Cámara de los Comunes, Mowlam admitió el "retroceso" de un proceso que debería haber entrado ayer en la recta final con la formación del autogobierno. Tres días más tarde, el Gobierno británico hubiera traspasado las competencias al Ulster y el Ejecutivo de Dublín habría puesto en marcha la reforma de los artículos de la Constitución de la Republica que reclaman la soberanía sobre los condados del norte de la isla de Irlanda. La propuesta, que contaba con la aprobación del Sinn Fein, incluía la perspectiva del inicio del proceso de desarme del IRA en una serie de plazos que debían concluir en mayo del 2000.
60 toneladas de armamento
Según los expertos, el IRA podría disponer de unas 60 toneladas de armamento, incluyendo unos 600 rifles de asalto y tres toneladas de explosivos Semtex, escondidas en lugares remotos de la República de Irlanda. Algunos analistas apuntan a que el IRA podría estar esperando el informe sobre el futuro de la Royal Ulster Constabulary, la policía de Irlanda del Norte, formada predominantemente por protestantes, antes de decidir si se ofrece o no a desarmarse voluntariamente.El IRA mantiene una tregua que dura ya dos años y parece improbable que empuñe de nuevo las armas pese a los reveses políticos que pueda sufrir el Sinn Fein, su brazo político. "Si Blair no puede presentar un vestigio de prueba de que los terroristas se desarmarán, ésta es una razón adecuada para que el UUP actúe con cautela", protestó ayer Trimble. Tras atestar su mortífero golpe, el líder unionista se queda solo al frente de un Gobierno inexistente. Su posición como ministro principal designado es además insostenible sin un representante de la comunidad católica ocupando el segundo puesto en la escala de poder.
Para el Sinn Fein, Trimble ha cruzado la línea hasta el campo del radical Ian Paisley y el resto de los unionistas que se oponen al Acuerdo de Viernes Santo. Gerry Adams, presidente de la formación republicana, pidió su dimisión como primer ministro y tendió al mismo tiempo una mano a la comunidad unionista. "El unionismo positivo y sensible debe agarrar esta oportunidad", dijo ayer Adams.
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