Sangre y sexo en San Fermín
"Veníamos con cierto temor a encontrarnos con el rechazo popular y nos hemos visto superados por el apoyo y la espontaneidad de la gente, que ha contribuido al rodaje de forma maravillosa", asegura José Canet, productor de New Line Films. La distribuidora catalana ha rodado durante cinco días en Pamplona la primera película de cine porno que está basada y ambientada en las fiestas de la capital navarra. Sangre y sexo en San Fermín, que es el título provisional escogido para la cinta, tendrá otra particularidad: será, asimismo, la primera película porno de la historia que se doble al euskera. Los sanfermines son, entre otras muchas cosas, unas fiestas con una fuerte componente sexual. La ingestión masiva de alcohol, la desinhibición que provoca la fiesta y el encuentro con gentes llegadas de todo el planeta levanta frenos y ha propiciado desde siempre encuentros y aventuras eróticas. El séptimo arte, siempre atento a escenarios en los que se mezcla la emoción, el peligro y el colorido, no podía dejar de lado esta fiesta. Hace ya 23 años que el cine hizo pasar a la historia a Pamplona y sus Sanfermines al ambientar en las fiestas navarras el rodaje de La trastienda, película dirigida en 1976 por Jorge Grau, que tuvo la particularidad de ser la primera cinta del cine español con un desnudo integral. Fue el de María José Cantudo, un evento epidérmico mostrado en el barrio pamplonés de la Magdalena, a orillas del río Arga y que tenía como motivo -más bien forzado- el dilema amoroso de un médico del Opus Dei, dividido entre la fidelidad debida a su esposa y la fuerte atracción sexual que siente por una enfermera. El interés cinematográfico de la fiesta subsiste y este mismo año la cadena alemana de televisión NDR ha rodado secuencias de la película La última fiesta durante los sanfermines, con la actriz Katja Studt entre sus protagonistas. Pero la atención informativa preferente la han conseguido Joaquín Blanco (J. White, en su papel de director de cine X) y José Canet, productores y socios de New Line Films, que comenzaron en el negocio del cine pornográfico en 1977. La empresa era antes una distribuidora y este año, con la cinta sanferminera, ha rodado su primera película de "cine porno", precisión que ambos realizan frente al "porno" a secas de otras producciones. "La distinción es clara", aseguran. "Nosotros hacemos cine porno de calidad. El rodaje se cuida en los exteriores al máximo. El guión, en clave de comedia, tiene su enjundia. El maquillaje, el vestuario, la ambientación y el propio rodaje se realizan con un equipo técnico y un interés artístico que no existe en esas cintas donde el cliente adelanta el vídeo hasta las escenas de sexo", explican. Entre las actrices figura Eva Morales, una joven catalana de 23 años que el pasado año recibió el premio Ninfa de Oro a la mejor actriz erótica española, y que cuenta en su haber con treinta cintas porno. "Ha sido muy agradable rodar en Pamplona. Los chicos son estupendos", señala. Por su parte, Fernando Silva, brasileño, procedente del mundo del strip tease y de los locales de sexo en vivo de la capital catalana, tuvo en Pamplona otra experiencia iniciática bien distinta de la que muchos envidian cuando ven su trabajo: corrió en los encierros, al igual que los otros dos protagonistas masculinos. "Hemos sentido algo inimaginable y único", afirmó Silva. Rodaje intensivo Los demás protagonistas, entre ellos la francesa Sara Bernart, otro nombre conocido en el mundillo, realizaron un trabajo de rodaje intensivo en distintos ambientes festivos de la capital navarra, dejando las escenas de interior para los estudios catalanes de la productora. "Algunas escenas de sexo las hemos rodado también en Pamplona, pero la mayoría se completarán allí", asegura José Canet. Al final, han sido más de cinco millones de presupuesto para apenas cinco días de estancia y un metraje pensado en 90 minutos, que "se estirará hasta los 120, porque los exteriores que hemos conseguido han sido magníficos", dicen los productores. Dentro de unos meses, los videoclubes de todo el mundo y las televisiones de pago tendrán acceso a la primera cinta porno rodada en San Fermín, con su correspondiente versión doblada al euskera. "Pensamos que comercialmente funcionará bien, porque las fiestas son muy conocidas en todo el mundo", asegura la productora.
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