Petronor inicia esta semana el vertido a mar abierto de sus aguas residuales

La refinería de Petronor empezará esta semana a vertir a mar abierto sus aguas residuales, con dos años de retraso sobre las previsiones. Esta actuación, que recibió el pasado viernes el visto bueno del Gobierno vasco, evitará las emisiones de 4,2 millones de metros cúbicos anuales junto a la playa vizcaína de La Arena, la más utilizada en este territorio. El proyecto tiene un coste de 250 millones y aprovecha una conducción por tierra de la empresa que desemboca en Punta Lucero, el cabo ubicado a la entrada del superpuerto de Bilbao.

A diferencia de San Sebastián, donde se ha adjudicado recientemente el proyecto para desviar al mar las aguas residuales de sus vecinos a través de un emisario submarino, en Muskiz -donde está ubicada Petronor- se utiliza una conducción terrestre de 6 kilómetros de longitud que llega hasta Punta Lucero. Allí, al lado de la costa, se verterán las aguas inertes, residuales pero depuradas, que ahora van a parar al río Barbadun, junto a la playa de La Arena. Las autoridades consideran que esta actuación mejorará la calidad de las aguas para el baño, pese a que Petronor reitera que dichas aguas se devuelven actualmente al río limpias de aceites y oxigenadas. El vertido a mar abierto ha sufrido sucesivas demoras debido a las condiciones impuestas por la viceconsejería de Medio Ambiente del Gobierno vasco. En principio iba a ejecutarse hace dos veranos. El plan comprende un programa de vigilancia tanto sobre las conducciones como el río Barbadun y el mar. Entre las exigencias se encuentra la obligatoriedad de mediciones, análisis y muestras diarias del caudal por parte de Petronor y exámenes trimestrales de un laboratorio independiente. Control de flora y fauna Junto a ello, en el área de mar abierto donde se depositarán las aguas residuales se deberá realizar un control de la flora y fauna y, cada seis meses, la refinería deberá examinar diversas características del agua y su entorno, como el oxígeno disuelto, PH, salinidad o temperatura. Un portavoz de Petronor se mostró confiado en el inicio del vertido a mar abierto esta misma semana. El viernes pasado, técnicos de Medio Ambiente del Gobierno vasco visitaron las instalaciones y otorgaron luz verde a esta actuación, pendiente ya únicamente de trámites burocráticos. La refinería espera que el volumen anual de vertidos en Punta Lucero ronde los 4,2 millones de metros cúbicos. Petronor ha instalado también una segunda depuradora, cuyo coste ronda los 1.000 millones de pesetas, que incorpora una compleja red de colectores y sistemas de bombeo con el objetivo de mejorar la calidad de los vertidos. Este sistema incorpora cepas de bacterias biológicas cuya función es neutralizar los desechos y lodos procedentes del proceso industrial de la empresa. La refinería se ha enfrentado en los últimos años a varias denuncias y quejas por emisiones contaminantes. La más grave se produjo en abril de 1997, cuando hubo un fallo en el sistema de vertido de las aguas residuales al río Barbadun, lo que contaminó este afluente y la zona de baños de La Arena. Este escape provocó que el Departamento de Medio Ambiente multase a Petronor con dos millones de pesetas. Desde entonces no ha habido problemas de importancia y la calidad de las aguas en la playa de La Arena ha ido mejorando gradualmente.