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¿Y por qué ahora?

A los melillenses se les agolpan las razones para sentirse incomprendidos por el Gobierno central. La operación Solarium 120 ha convulsionado a la ciudad tanto o más que la profunda crisis política creada con la investidura del primer alcalde-presidente musulmán de Melilla. En la operación del lunes, la Guardia Civil detuvo a 48 personas presuntamente implicadas en una de las principales redes de blanqueo de dinero en España. A la banda se le atribuye haber aflorado en los últimos años un billón de pesetas de dinero procedente del narcotráfico en poblaciones de Marruecos. Este dinero era luego cambiado en una oficina del Banco Popular y en una tienda de ultramarinos conocida como Los Talento, que en realidad era un banco ilegal.

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Nadie se fía de nadie en Melilla

"¿Y por qué ahora?", se pregunta un empresario de panadería: "Esto funcionaba desde hace años; entiendo que actúen contra Los Talento, pero no contra el banco". El camarero de un establecimiento cercano a la céntrica sucursal bancaria también se extraña: "Aquí nadie ocultaba nada; cada día venían centenares de personas con fajos de billetes en bolsas para cambiar y a nadie le parecía raro".

La manera de desarrollar la redada también ha creado polémica. "Aquel día tenía que ir al banco; si me llega a coger allí, seguro que me detienen", asegura un comerciante musulmán sorprendido por la puesta en libertad de tres de los detenidos. "Les han dicho que lo sienten y listo".

No parece que la desarticulación de la banda vaya a producir efectos negativos en la economía de la ciudad; a lo sumo, alguna subida de precios - según el dueño de un restaurante, el calamar llegó dos días después de la actuación policial a las 2.500 pesetas el kilo- . Sin embargo, los melillenses creen que sí repercutirá sobre "la mala imagen que últimamente tienen de nosotros", según un vendedor de periódicos.

Mucha gente piensa que la mayoría de las divisas de los cambistas acababan en la península. El resto del dinero sí se ha quedado allí y se ha blanqueado a través del sector de la construcción, que en los últimos años ha crecido de forma espectacular.

El dirigente de un partido local lo matiza: "Seguramente que ahí ha ido a parar mucho dinero, pero el blanqueo no es la causa de que haya muchas construcciones; en Melilla no se había construido un edificio de viviendas hasta hace diez años. Ahora hay más optimismo y la gente quiere quedarse en Melilla".

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