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Entrevista:

"Aún no sabemos la causa de la anorexia"

El psiquiatra Pier J. Beaumont (62 años, Sudáfrica) es uno de los 23 expertos que ha acudido a Bilbao a participar en el primer congreso internacional sobre bulimia y anorexia, que se clausuró ayer. Es director de la unidad de trastornos de la alimentación en el Wesley Hospital de Sidney (Australia) y ha recibido una subvención de la Universidad de Sidney para estudiar durante cinco años el tratamiento de estas enfermedades. Pregunta. ¿Son factores internos o externos los que causan la anorexia?

Respuesta. Aún no sabemos cuál es exactamente lo que causa la anorexia. Nos encontramos como estábamos con la tuberculosis hace cien años, cuando creíamos que la gente cogía tuberculosis porque eran pobres, sucios, comían poco y mal y vivían hacinados. Hasta que el patólogo alemán Koch descubrió el bacilo de la tuberculosis y vimos que no hacía falta ser pobre para padecerla. Lo mismo sucede con la anorexia hoy. Conocemos multitud de síntomas, pero no sabemos la auténtica causa. Creo que lo más seguro es que tenga un origen genético.

P. ¿Una persona anoréxica tendrá una madre, hermana o abuela con esa enfermedad?

R. Si una persona tiene un familiar cercano que ha sufrido anorexia su índice de riesgo de desarrollar la enfermedad es 30 veces superior. Está comprobado científicamente, pero no quiere decir necesariamente que haya un gen. También puede suceder que la familia haya desarrollado comportamientos anoréxicos y que esa persona los haya aprendido. Hasta que se encuentre el gen responsable no se puede afirmar que estemos ante una enfermedad genética. Hemos de ser cautelosos.

P. ¿La anorexia es una enfermedad moderna?

R. No. La primera descripción de los síntomas de anorexia, tal y como los conocemos hoy, fue hecha en Francia hacia el año 1850. Lo curioso es que la mayor parte de la gente piensa que es un trastorno que surgió en Estados Unidos y, sin embargo, hasta 1910 allí no se habla de esta enfermedad.

P. Entonces, apareció en Europa.

R. Es donde están los primeros registros. De todas formas, es posible que la anorexia haya cambiado su naturaleza a lo largo de los años. Por ejemplo, las historias de los santos italianos del siglo XVII son muy similares al historial de un paciente de anorexia. No comiendo se reduce la actividad sexual. Ellos llegaron a la anorexia porque querían controlar sus impulsos sexuales. Ahora la gente se convierte en anoréxica porque quiere estar delgada. Las motivaciones cambian, pero la enfermedad es la misma.

P. Pero la anorexia es una enfermedad femenina.

R. Sí, en más de un 90%. El cuerpo de las mujeres es algo de lo que siempre se opina, cosa que no ocurre con el de los hombres. En adolescentes es la tercera enfermedad crónica más frecuente, después de la obesidad y el asma. En los últimos años se ha detectado en pacientes cada vez más jóvenes, de hasta ocho años. Una cuestión interesante es que en el grupo de menor edad hay una más alta proporción de niños, un 25%.

P. ¿Cuál es el papel de la moda?

R. Se ha comprobado que cuanto más potencia la moda una mujer muy delgada, más casos de anorexia aparecen. Casi todas las adolescentes se ponen a dieta, lo que no quiere decir que vayan a ser anoréxicas. Pero aquellas que tienen una propensión genética, sí.

P. ¿Se trata de un trastorno obsesivo compulsivo?

R. Hay un trabajo muy interesante en Estados Unidos según el cual los pacientes de anorexia y los obsesivos compulsivos tienen un gen similar. Sin embargo, aquellos con sintomatología bulímica no poseen este gen. El trastorno anoréxico es mucho más profundo; la bulimia es una patología claramente psicológica.

P. ¿Uno se recupera de la anorexia, o es para toda la vida?

R. Puedes curarte, aunque es un proceso largo y duro. Lo importante para una total curación es que la enfermedad se trate lo más prematuramente posible.

P. Hacer que la persona coma es fundamental.

R. Hay mucha polémica en este punto. Unos piensan que el paciente debe comer hasta que recupere su peso normal. Yo creo que hay que conseguir un aumento de peso, pero no tanto como para que la enferma se sienta gorda y se produzca un efecto inverso. Sólo es importante el alimento necesario para que su cuerpo continúe desarrollándose. Conseguir un peso suficiente, que puede ser bajo, para que el cuerpo siga creciendo.

P. ¿Hay un punto de no retorno en la anorexia?

R. Sí. Llega un momento en que los enfermos sí quieren comer, pero ya no pueden. La enfermedad se hace crónica en el 25% de los casos.

P. ¿Cuál es el índice de mortalidad?

R. Depende de la fase en la que está la enfermedad. Un 20% de las enfermas que acaban en el hospital muere. Pero no mueren cuando son adolescentes, sino cuando ya tienen 30 o 40 años. Y la causa no es la anorexia, sino otras.

P. ¿Qué tiene que hacer un médico cuando le llega una enferma de anorexia?

R. Ante todo, ser paciente con el enfermo y tratar de conocerle a fondo.

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