Pasaporte a la inmortalidad de la mano de un solo concierto

Conseguir el pasaporte a la inmortalidad, aunque sea con una sola obra, es el sueño que acaricia cualquier compositor. Para Joaquín Rodrigo el sueño se hizo realidad en 1940, con el estreno del Concierto de Aranjuez, una partitura que rompió celéricamente los límites del mundo clásico alcanzando una popularidad extraordinaria. La obra, un auténtico fenómeno social que ha eclipsado el resto de su producción, posee actualmente más de 50 versiones en el mercado, con unas espectaculares cifras de ventas que sitúan a la obra entre las más vendidas de todos los tiempos. Si el genial Miles Davis demostró en 1959, con el disco Sketches of Spain, que la popular partitura de Rodrigo podía transformarse en una absoluta obra maestra del jazz, una curiosa lista de cantantes, desde Richard Anthony a José Carreras, llevan décadas poniendo la voz a inumerables arreglos perpetrados siempre desde la cursilería, el mal gusto y el simple oportunismo.

Tarjeta de presentación

Todos los guitarristas del siglo tienen en el Concierto de Aranjuez su inevitable tarjeta de presentación, tanto en los auditorios como en los estudios de grabación. El desaparecido Narciso Yepes, con sus grabaciones bajo la batuta de Ataúlfo Argenta, Rafael Frühbeck de Burgos y Luis Antonio García Navarro, Pepe y Ángel Romero, Juliam Bream y John Williams encabezan la discografía del concierto de guitarra más grabado de todos los tiempos; en su versión para arpa, la popular obra cuenta con versiones a cargo de Nicanor Zabaleta, Marisa Robles e Isabelle Moretti. La obra orquestal de Rodrigo se vertebra en una serie de conciertos para diversos instrumentos, con especial protagonismo de la guitarra. Junto al Concierto de Aranjuez destacan Fantasía para un gentilhombre, Concierto para una fiesta o Concierto andaluz para cuatro guitarras, de los que pueden encontrarse soberbias versiones a cargo de los Romero, Yepes y algunos de los guitarristas anteriormente citados.

Joaquin Achúcarro, Julian Lloyd Webber y James Galway firman respectivamente las mejores versiones del Concierto para piano, las páginas concertantes para violonchelo y el Concierto pastoral para flauta, mientras que Nicanor Zabaleta, Nancy Allen y Catherine Michel son excelentes alternativas para el Concierto serenata para arpa y orquesta.

Victoria de los Ángeles, Pilar Lorengar y Maria Orán son las voces más destacadas en la discografía de la producción vocal de Rodrigo, mientras que su amplio catálogo orquestal cuenta con solventes trabajos, dirigidos por Antoni Ros Marbà, Manuel Galduf y Enrique Bátiz, que permiten descubrir la belleza de partituras como Música para un jardín, A la busca del más allá, Zarabanda lejana y villancico, Palillos y panderetas, Per la flor del lliri blau, y Soleriana.