La ONU denuncia que el número de pobres se ha duplicado desde 1974

El número de pobres se ha duplicado en el mundo desde 1974, afirmó ayer el secretario general de la ONU, Kofi Annan. Hoy la población mundial alcanza los 6.000 millones, de los que la mitad tiene que sobrevivir con unas 500 pesetas al día, y uno de cada dos de esos pobres no llega a ganar ni 165 pesetas diarias. Annan, pese a todo, señaló que aliviar esa situación es "un objetivo ambicioso, pero no una utopía".

El secretario general de la ONU inauguró ayer la sesión anual del Comité Económico y Social (Ecosoc) de Naciones Unidas, cuyo objetivo es la erradicación de la pobreza. Annan reconoció que el gran obstáculo para las iniciativas contra la pobreza no es otro que la falta de voluntad política de los Estados. Para el mandatario, pese a los signos alentadores de crecimiento económico mundial, "la pobreza no cesa de extenderse tanto en los países ricos como en los pobres".

Annan cifró en unos 6,6 nillones de pesetas al año el presupuesto necesario para llevar servicios básicos como educación, atención médica y alimentos a los sectores más empobrecidos.

El constante descenso de la ayuda oficial al desarrollo, que ha llegado al nivel más bajo en 50 años, fue criticado por Annan. "Creo que los países en vías de desarrollo deben ser liberados de esa carga que es la deuda externa, que representa en algunos casos más de la mitad de su presupuesto anual", afirmó.

El secretario general de la ONU pidió que los países del Norte permitan un mejor acceso a sus mercados de los productos provenientes de los países del Sur. Según Annan, una apertura de ese tipo tendría consecuencias positivas no sólo para la solidaridad internacional, sino también para las economías del mundo industrializado.

El mandatario aseguró que la lucha contra la pobreza pasa por la promoción de las mujeres. Invertir en ellas y especialmente en su educación "es la clave de un desarrollo sostenible" internacional, dijo.

También intervino en la reunión el director gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Michel Camdessus, quien consideró que la creación de empleo, la disminución de la pobreza y la promoción de la mujer necesitan de un entorno de estabilidad financiera, de condiciones que favorezcan el crecimiento económico y de buenos gobiernos.

Según Camdesssus, los programas de lucha contra la pobreza del FMI abarcan tanto la dimensión nacional como la internacional. "En última instancia", dijo, "la prosperidad de un país es responsabilidad de sí mismo. La creación de empleo, el combate contra la pobreza y la reducción de diferencias entre hombres y mujeres dependen en definitiva del crecimiento y, más propiamente, de un crecimiento de calidad".