Muere de un infarto en un escenario de Roma el cantante de Morphine
El rockero Mark Sandman tenía 47 años
Mark Sandman, cantante de la banda de rock norteamericana Morphine, falleció el sábado por la noche, víctima de un infarto, mientras interpretaba un tema sobre el escenario de Los Jardines del Príncipe, en la localidad de Palestrina, cerca de Roma. Sandman, de 47 años, cayó fulminado cuando cantaba el cuarto tema de la noche junto a su grupo, un cuarteto de rock lento, participante en el festival Nel Nome del Rock, que se celebra todos los años en Palestrina.
La repentina caída de Sandman fue interpretada por el público -unas 2.000 personas- como un hallazgo escenográfico del cantante para impresionar a sus seguidores. Sin embargo, a los pocos segundos los compañeros de la banda se dieron cuenta de que algo grave le había sucedido al cantante. Pese a la inmediata intervención de un médico, que le practicó un masaje cardiaco y la respiración boca a boca, Mark Sandman dejó de existir cuando era trasladado en ambulancia al hospital de Palestrina, a medio kilómetro del parque donde se celebraba el festival. El hallazgo de abundantes fármacos en la habitación del hotel que ocupaba Sandman levantó las sospechas en un primer momento de que su muerte hubiera sido causada por la ingestión de medicamentos o por una sobredosis de estimulantes. Sin embargo, fuentes policiales señalaron el fallo cardiaco como la causa más probable de la muerte, a falta del resultado de la autopsia.
Nel Nome del Rock (En el Nombre del Rock) dedicó ayer su última jornada al cantante de Massachusetts fallecido, al que Mark Manieri, portavoz de la asociación musical, calificó de "gran artista y gran persona". Los integrantes de Morphine, el propio Sandman, Dana y Billy, batería y saxo del grupo, a los que hay que añadir un bajo, habían llegado a Palestrina el 2 de julio, fecha del comienzo del festival que concluyó ayer. Eran habituales de esta reseña musical que tiene un público fiel desde hace 11 años y que a partir de ahora estará siempre dedicada al líder de Morphine.
Sandman era una persona siempre disponible que se comunicaba sobre todo con los ojos, añadió Manieri. Durante toda la tarde del sábado estuvo ensayando con sus compañeros varios de los temas que pensaban interpretar por la noche, aunque, según el portavoz de Nel Nome del Rock, "no estuvo especialmente estresado. Al contrario, poco antes de subir al escenario estaba radiante y repetía "esto es mágico".
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