Leni Riefenstahl muestra en 170 fotos el proceso que formó la estética nazi

Filmar, sin necesidad de recurrir a la voz en off, un documental que los expertos consideran la más perfecta película de propaganda de la historia dice mucho de la genialidad escenográfica de su autora. La fotógrafa y realizadora alemana Leni Riefenstahl, la joven a la que Adolf Hitler encargó personalmente aquella cinta que se tituló El triunfo de la voluntad, muestra su obra fotográfica, por primera vez en España, en la casa de cultura de Calpe (Alicante).

La trayectoria de la autora siempre se ha observado a través del prisma de una agria polémica por sus simpatías con el nazismo. En Calpe puede verse buena parte del contenido de la exposición retrospectiva que se inauguró a principios de diciembre de 1998 en Potsdam (Alemania). La muestra contiene un total de 170 obras que abarcan todo su currículo. Así, incluye imágenes tomadas en la etapa en la que viajó a África para fotografiar a la tribu de los nuba, uno de sus trabajos más conocidos; las fotos submarinas que constituyen su última obsesión (aprendió a bucear a los 71 años) y, por supuesto, fotogramas de El triunfo de la voluntad y Olimpia, el magistral documental que rodó sobre los Juegos Olímpicos de Berlín de 1936. También está prevista la proyección en 35 milímetros de sus películas La luz azul y Tierra baja y, en vídeo, de Olimpia. La exposición se completa con un apartado biográfico de esta mujer nacida en Berlín en 1902 y que fue bailarina con 21 años, estrella de cine con 24, directora a los 29 y que a los 34 alcanzó la cima de su fama como artista.

Esta ascensión meteórica no la libró, sin embargo, de una polémica que siempre ha acompañado a su, por otra parte, fascinante obra. Sus admiradores la consideran una pionera del celuloide a la altura de Eisenstein, y sus detractores la reducen al papel de constructora de la estética nazi. Riefenstahl, que no militó en el nacionalsocialismo alemán, ha negado que estuviera vinculada o simpatizara con el régimen de Hitler, aunque quedan testimonios gráficos que dejan bien a las claras su proximidad al dictador.

Objetivamente, la obra de Riefenstahl es una gigantesca oda al ideal de perfección y de belleza que ya cultivó el mundo clásico antes que el nazismo. De ahí su fijación por los atletas que participaron en los Juegos berlineses. "Olimpiadas: festival de juventud, festival de belleza. Rara vez se ha combinado tanta belleza con gracia y fuerza como en estos 16 días de Juegos Olímpicos de Berlín", dijo en 1936.

En 1956, Leni Riefenstahl viajó a Sudán para fotografiar a la tribu de los nuba. Ni siquiera esta serie de retratos de seres de una raza que los nazis consideraban inferior consiguió redimirla ante sus detractores. La filósofa Susan Sontag publicó en 1974 Fascismo fascinante, un duro ensayo a cuenta de este trabajo.

La exposición llega a Calpe por el empeño del director de la Casa de Cultura, Francesc Morató, que vio Olimpia de pequeño y quedó "fascinado". La autora, hospitalizada en Baviera, excusó su presencia en uno de los enclaves costeros con población alemana más numerosa.