Las dos posibles explicaciones de una sola versión

Folchi comenzó su declaración ante la juez Palacios con una exposición de intenciones y explicando por qué mantenía su versión de los hechos: "He estado considerando en profundidad el sentido de mi declaración en este día, y soy consciente de que guardando silencio, o confirmando la declaración prestada por De Aguiar y Huguet, quizás mi posición procesal en esta causa sería más cómoda y que previsiblemente perdería buena parte del interés que hasta ahora ha tenido para la opinión pública". "Sin embargo", añadió el abogado, "prefiero mantener en esta declaración la misma actitud que en anteriores comparecencias ante este juzgado y que mantuve también en el pleito de Londres y que consiste en impulsar o ayudar a la investigación diciendo la verdad, por incómodo que ello me pueda resultar".

Estas palabras admiten varias interpretaciones. Una de ellas es la de que aún existen en el caso elementos escandalosos no conocidos. Otra, más simple, es la de que en el caso de aceptar que De Aguiar y Huguet ganaron sus 500 millones suizos gracias a operaciones en Bolsa, Folchi estaría reconociendo que recibió ese dinero en España, que se lo quedó y que, por lo tanto, utilizó fondos de Torras para llenar las cuentas suizas de los ex altos cargos.

Delitos prescritos

Folchi se cuidó mucho de dejar claro en su declaración de ayer que los supuestos servicios prestados por De Aguiar como asesor de fusiones no implicaban ningún acto ilegal. "Jamás se requirió de De Aguiar un acto administrativo, una resolución o un pronunciamiento en materia que fuera de su competencia". Es decir, según Folchi no hubo cohecho. La coincidencia entre las dos versiones contrapuestas es que tanto en el caso de que se tratase de operaciones en Bolsa como de pagos por servicios, si no se demuestra cohecho los hechos estarían prescritos, salvo que la instrucción demuestre otra cosa. Folchi está de acuerdo.

Pero si se demuestra que hubo cobros directos de Torras, Huguet y De Aguiar, aunque tal vez no responsables ya penalmente -por mor de la prescripción-, podrían serlo civilmente; es decir Torras, podría reclamar a los dos ex altos cargos de Hacienda los más de 500 millones recibidos. Queda por ver qué declararán hoy estos dos últimos, aunque todo indica que se ratificarán en lo dicho.

Mientras tanto, la juez y el fiscal son partidarios de que este caso vaya a Barcelona y se siga al margen del caso Torras, que lleva instruyéndose más de siete años.