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Folchi revela que Aguiar y Huguet invirtieron en Torras y que poseen más cuentas en Suiza

El ex abogado del Grupo Torras Juan José Folchi declaró ayer ante la juez Teresa Palacios, del Juzgado Central de Instrucción número 3, que instruye el caso Torras, que los ex altos cargos de Hacienda Ernesto de Aguiar y José María Huguet invirtieron en la salida a Bolsa de una empresa filial de Torras. El abogado barcelonés aseguró también que Aguiar posee otra cuenta en Suiza, además de la ya conocida hasta ahora, y explicó que a finales de 1990 él había invertido 20 millones de pesetas de dinero negro en deuda pública especial para el ex director general de Hacienda.

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Las espadas siguen en alto. Ayer el ex abogado de Torras Juan José Folchi mantuvo ante la juez Palacios su versión de que los ingresos de casi 500 millones que realizó en las cuentas suizas de los ex altos cargos de Hacienda Ernesto de Aguiar y José María Huguet eran pagos al primero de ellos, entonces director general en el Ministerio de Hacienda, por sus servicios como experto en los criterios ministeriales para conceder bonificaciones fiscales en tres fusiones de empresas de Torras. Pero, además, desveló nuevas supuestas actividades no declaradas de Huguet y Aguiar y que probarían que sí existieron relaciones entre ellos y Torras. La primera, realizada cuando ambos eran altos cargos de Hacienda, tuvo que ver con la salida a Bolsa de una empresa papelera de Torras, Inpacsa. Según Folchi, De la Rosa le encargó buscar inversores para cumplir con el requisisto de que el capital estuviera repartido entre más de 100 personas. La operación supuso enormes beneficios para los participantes entre ellos "Huguet y De Aguiar".

La segunda, se refiere a una nueva cuenta en Suiza de De Aguiar o "de un pariente suyo". Según la declaración de Folchi, en 1992 le visitó De Aguiar "planteándole un nuevo problema, tenía una liquidez en España que quería transferir al extranjero y planteó (...) un canje de dinero por efectivo en Suiza". La operación se realizó cuando De Aguiar y su pariente "aportaron una cantidad en torno a 50 millones".

Finalmente, Folchi explicó también que a finales de 1990 suscribió 20 millones de deuda pública especial "a nombre de De Aguiar". La declaración de Folchi duró varias horas y comenzó con una exposición detallada del propio abogado, antes de ser sometido a las preguntas de las partes. En primer lugar habló de sus intervenciones ante el Ministerio de Economía en nombre de Javier de la Rosa.

"En el último trimestre de 1987", declaró el letrado, "De la Rosa me trasladó su preocupación por ciertos rumores o noticias que le habían llegado respecto a una posible investigación fiscal sobre su persona". Por este motivo, se puso en contacto con "De Aguiar, máxima autoridad de Hacienda en Cataluña", le trasladó "las inquietudes de su cliente" y, días más tarde, recibió de De Aguiar "una respuesta negativa respecto a la existencia de esas investigaciones".

Pero De la Rosa no se quedó tranquilo "por entender que la investigación podía realizarse a nivel central en el ministerio y no en Cataluña; sugirió mantener una reunión con Aguiar. La reunión entre De Aguiar, De la Rosa y Folchi tuvo lugar en el mes de octubre de 1987 en el Bar Ideal, de Barcelona. Como resultado de esa reunión, se acordó que el declarante [Folchi] escribiría una carta al Secretario de Estado", Josep Borrell, quien se negó a recibirle (ver EL PAÍS de ayer).

Respecto a los pagos por los servicios prestados en las fusiones, Folchi aseguró que De la Rosa consideró conveniente contratar algún asesor importante para conseguir que el ministerio otorgara exenciones fiscales. "Se decidió que esta segunda opinión se pediría a Aguiar". Folchi "formuló la propuesta a De Aguiar y éste aceptó". Era en aquel momento director general de Hacienda. Según Folchi, "en una ulterior reunión entre De la Rosa, De Aguiar y el declarante se concretaron los términos de esa colaboración profesional y se ajustaron los honorarios" de De Aguiar.

Folchi aseguró que en el momento de los ingresos en las cuentas suizas de Huguet y De Aguiar, en octubre de 1990, sólo sabía que la cuenta era de este último. Agregó que únicamente cuando una comisión rogatoria suiza llegada a Londres desveló la existencia de dos titulares distintos supo que Huguet también había cobrado.

Las tres fusiones se iniciaron en 1988 y culminaron en 1989. La primera fue la de las papeleras Torras Hostench, a través de la cual el grupo KIO entró en España, y Pamesa. La segunda, fue la de las químicas Cros y Explosivos Riotinto, de la que nació Ercros.

Uno de los documentos requisados por la juez durante el registro del mes pasado en el despacho de Folchi era un fax enviado por De Aguiar desde su dirección general al abogado. El fax, que incluía el decreto aprobado concediendo exenciones fiscales a la operación, llevaba fecha de 22 de junio de 1989. La tercera fue la de la azucarera Ebro y sus filiales.

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