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EL CAMINO HACIA LA PAZ

Los españoles hallan las tumbas de 97 presos de Istok fusilados por los serbios

Miguel González

El Tribunal Penal Internacional dispone ya de las pruebas para determinar si presos de la cárcel de Istok, al noroeste de Kosovo, fueron asesinados por los serbios después de que la OTAN bombardease dicha prisión, tal como señalan los indicios publicados ayer por EL PAÍS. La brigada italoespañola de Kfor, a la que ayer se sumó el grueso de las tropas españolas tras desembarcar en Salónica (Grecia), encontró el sábado 97 tumbas de reclusos al borde de la carretera, entre las localidades de Rakos y Ukca, cerca de la citada prisión. El ministro italiano de Defensa, Carlo Scognamiglio, cambió su programa en Pec para visitar las fosas y no dudó en atribuir la matanza a los serbios y en calificarla de "crimen contra la humanidad".

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Los milicianos del ELK guiaron el sábado por la tarde a los soldados de la OTAN hasta el pequeño cementerio. Sobre cada tumba hay una tablilla con la inscripción "NN", no identificado, un número del 1 al 97, las siglas KPD, que corresponden a la cárcel de Istok, y una fecha, que varía entre el 25 y el 31 de mayo pasados. El bombardeo de la mayor prisión de Kosovo se produjo el 21 de mayo. Belgrado aseguró inicialmente que 19 reclusos de la guerrilla albanokosovar habían muerto en el ataque, pero cuatro días después elevó la cifra a más de 100, sin que quedase claro si se había producido un nuevo bombardeo o se trataba de una revisión de los fallecidos. Vecinos de la zona y exreclusos aseguran que, como consecuencia del caos producido por el bombardeo, se produjo una fuga de presos y los paramilitares serbios mataron a todos los que pudieron capturar. En uno de los pabellones de la cárcel hay manchas de sangre junto a impactos de disparos.

El ministro italiano de Defensa calificó de "espectáculo terrible" la visión del cementerio y mostró su confianza en que esta matanza no quede impune y sus autores comparezcan ante los tribunales. Preguntado cómo podía asegurar que los reclusos no murieron por las bombas aliadas, indicó que habrá que esperar al resultado de la investigación, pero que los relatos de los testigos y los indicios con que se cuentan apoyan "la creciente evidencia de algo que tiene un nombre inequívoco: genocidio".

Scognamiglio se ahorró un espectáculo aún más dantesco que el de estas tumbas: a poca distancia de allí, en una casa de campo quemada, se hallaron siete cadáveres; entre ellos el de un niño con la cabeza separada del cuerpo. Un juez canadiense se incorporó ayer a la brigada para realizar una primera investigación sobre las fosas comunes encontradas en la zona.

El ministro italiano de Defensa llegó a Pec acompañado por el comandante de la Kfor, el general británico Michael Jakson. Junto al jefe de la brigada, el italiano Mauro del Vecchio, y al teniente coronel español Francisco Carmona, acudió al cuartel del ELK en Pec para reunirse con el jefe del Estado Mayor de la guerrilla, Agim Ceku.

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Ésta es la única región de Kosovo donde el ELK no ha entregado los mapas de las zonas minadas ni ha fijado las áreas donde deben quedar confinados sus milicianos a partir de mañana. Al término del plazo de cuatro días establecido en el acuerdo de desmilitarización, que concluyó el viernes, el jefe del ELK en la zona, Ramosh Aradinaj, no se presentó a la cita y envió una carta en la que mostraba su malestar por el trato que la OTAN da a sus subordinados.

Pese a ello, Jackson aseguró al término de la reunión que no existe ningún problema. "El ELK ha firmado un compromiso y tenemos que atenernos a él". Del Vecchio, mientras, explicó que el acuerdo es completo con los comandantes albanokosovares, pero hay dificultades para que las órdenes lleguen a los niveles más bajos de la guerrilla. En su opinión, no es justo atribuir al conjunto de la organización la oleada de criminalidad que se está produciendo en Kosovo, con la minoría serbia como víctima propiciatoria.

Arde Pec

El sábado por la noche, en vísperas de la llegada del ministro italiano, Pec ardía por los cuatro costados. Media decena de viviendas fueron pasto del fuego en poco más dos horas. Ayer, un nuevo grupo de serbios, de los aproximadamente 500 que quedan en la ciudad y los alrededores, se refugiaban en el monasterio ortodoxo o tomaban el camino del exilio. Scognamiglio reconoció que, "aunque la situación está bajo control desde el punto de vista militar, existe una grave problema de seguridad" que las tropas no están preparadas para atajar. Los más de 40 detenidos en los últimos días han tenido que ser inmediatamente puestos en libertad, ya que no existe un poder judicial que pueda decretar su ingreso en prisión.

El ministro italiano reclamó el "urgente restablecimiento de la autoridad civil". Pero esta demanda tropieza con la negativa de Kfor a reconocer a las autoridades locales que han sido designadas por el ELK. Cuando la semana pasada se presentó en el cuartel de la brigada italoespañola el autoproclamado nuevo gobernador de Pec, los mandos de la OTAN le contestaron que no estaban dispuestos a que la dictadura serbia sea sustituida por otra de distinto signo.

Jackson, según explicó Del Vecchio, planteó ayer otra petición: la necesidad de que el componente militar de Kfor se complemente con una fuerza policial, de varios miles de efectivos, que serían aportados por la Gendarmería francesa, los Carabinieri italianos o la Guardia Civil española. Responsables de la OTAN creen que España debería compensar su escasa contribución a Kfor con una generosa aportación policial.

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Sobre la firma

Miguel González
Responsable de la información sobre diplomacia y política de defensa, Casa del Rey y Vox en EL PAÍS. Licenciado en Periodismo por la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) en 1982. Trabajó también en El Noticiero Universal, La Vanguardia y El Periódico de Cataluña. Experto en aprender.

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