Termina el juicio contra Microsoft por prácticas monopolistas
Después de ocho meses de comparecencias y un alud de testigos a favor y en contra de Microsoft, el juez Thomas Penfield Jackson ha dado por terminada la vista oral del juicio que se ha seguido en Washington contra la compañía de Bill Gates. Falta todavía la presentación de los argumentos finales y la decisión del magistrado, pero la sentencia, de producirse, no surtiría efectos hasta dentro de varios años, cuando supere los previsibles recursos. Esta demora subraya aún más la conclusión fundamental: el juicio, más que el veredicto, es el que ha provocado cambios profundos en la industria informática.
En principio, la demanda del Departamento de Justicia y de los fiscales de varios Estados trataba de determinar si Microsoft había usado ilegalmente su monopolio en el mercado de los sistemas operativos para conseguir una posición dominante en el sector de los navegadores de Internet, arrebatándosela a la compañía que hasta hace un año disfrutaba de ese privilegio, Netscape. Microsoft ha sostenido que su comportamiento se ha limitado a trabajar en beneficio de los consumidores, y de ahí que regalara su navegador cuando Netscape cobraba por el suyo.
Con el paso del tiempo este punto de partida se ha quedado obsoleto, pero al mismo tiempo ha permitido que a través del juicio se definan las normas del futuro en este sector. Microsoft permite ahora a empresas fabricantes de ordenadores, como Gateway, alterar la pantalla de arranque de Windows o incorporar también el navegador de Netscape. Otros fabricantes, socios inquebrantables de Bill Gates, han comenzado a vender ordenadores con sistemas operativos diferentes, como el Linux, mientras el gigante IBM decidió enfrentarse desde el banquillo a Microsoft para describir lo que para ellos eran prácticas abusivas.
Terminado el juicio, la sentencia se espera para otoño. Todo esto si antes no hay un acuerdo extrajudicial que, según el Wall Street Journal, ha sido intentado en los últimos días en reuniones de representantes de Microsoft con abogados del Gobierno.
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