Juan Belmonte, herido grave
El novillero Juan Belmonte resultó cogido en el que abría plaza. Su pronóstico es grave. Tras ser atendido en la enfermería fue ingresado en el Sanatorio del Perpetuo Socorro de la capital alicantina. La cornada en el triángulo de Scarpa tiene tres trayectorias y afecta a los abductores y bíceps femoral. Una de las trayectorias es ascendente de 12 centímetros, otra antero-posterior de 18 y una última inferior de 20 centímetros. La cogida se produjo al entrar a matar al noblote que abrió plaza. Belmonte montó la espada tras realizar una faena aseada, pero el novillo se arrancó y Belmonte no reaccionó. Se lo echó a los lomos y corneó de nuevo al alicantino una vez estuvo en el suelo. Tras el revuelo de capotes, y el desconcierto que originan estos percances, el joven espada fue retirado por sus compañeros, que rápidamente vieron que la cogida era de importancia.
Guadamilla / Belmonte, Triviño, Garijo
Novillos de La Guadamilla, de correcta presentación pero descastados. Nobles y encastados el 1º, 5º y 6º. Juan Belmonte: resultó cogido al entrar a matar, de pronóstico grave. José Luis Triviño: estocada caÍda y contraria, doce descabellos -aviso- (silencio); bajonazo delantero y estocada (ovación y vuelta por su cuenta); pinchazo, se echa el novillo y es apuntillado (silencio); pinchazo y media trasera (oreja). Roque Garijo: media (aplausos); estocada (oreja). Plaza de Alicante. 25 de junio. 7ª de Feria de las Hogueras. Menos de media entrada.
El animal que originó el desaguisado murió posteriormente a manos del segundo espada, el toledano José Luis Triviño. Siempre se dijo que los toros, o novillos en este caso, nunca se equivocan cuando hay una cogida. Así fue pero tiene guasa que estos jovenes aspirantes a doctorarse pechen con unos novillos que, ayer, eran más bien toros. Mientras, en días pasados (anteayer sin ir más lejos), las figuras han matado toros que tiraban más a novillos que al toro íntegro, con trapío y con las defensas enteras y verdaderas. Se escudan los empresarios, y la autoridad de la plaza, en la báscula. Es cierto que los pesos dados ayer en ningún caso pasaban de 500 kilos. Pero novillos hubo que en los corrales parecían pesar mucho más y toros que parecían pesar mucho menos de lo que ponía en el tabloncillo. O sea, la báscula no anda muy católica.
De todas formas el encierro de la Guadamilla, de la rama Domecq, tuvo mitad y mitad. Tres novillos fueron nobles y encastados y dieron juego, mientras que los otros tres fueron mansos.
En cuanto a los espadas, José Luis Triviño tuvo que matar los del compañero herido y los suyos. El de la Puebla de Montalbán, que debutó con picadores el año pasado, está un poco más hecho y maneja el percal con soltura. Recibió a dos de sus enemigos a porta gayola y le echó coraje. Consiguió un trofeo con el que hizo quinto. Un novillo toro al construyó una faena basada en la derecha y al que instrumentó un par de tandas aseadas con la zurda.
Crudo
Más crudo está el alicantino de El Altet Roque Garijo. Debutó con caballos el pasado mes de febrero y anda en pleno rodaje. Pero eso no es óbice para añadir que estuvo muy flojito con el capote y, lo que es peor, inhibido. Es cierto que sólo lleva tres peones, pero parecían ciento: dieron más capotazos que en toda la feria junta. También tendrán que entrenar mucho con los garapullos, ya que llenaron de "maera" el albero e hicieron más pasadas en falso que Judas. Sería bueno que encima de estar verde como lidiador al menos tuviera una cuadrilla enterada. Pero a pesar de todos estos inconvenientes, y de que el que cerraba plaza era un castaño adelantado y con unas defensas que si las ve algún maestro va y aliña, Roque no se amilanó. Iniciada la faena de muleta, tuvo que retirar la pierna y meter el vientre para no verse corneado. Plantó cara y sacó algunos muletazos con la diestra que tuvieron su aquel. Pero a medida que transcurrían los minutos el toro se hizo con la situación. Asi que, templado de ánimo, montó la espada y cobró el estoconazo de la tarde. Le valió su único trofeo; ése y vestirse de luces.
Babelia
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