En busca de consenso sobre estética urbana

Apenas cerrados los escrutinios de las elecciones municipales en Madrid, aflora otra vez, aunque con un sesgo distinto, la polémica en torno a la estética urbana. En esta ocasión se ha visto polarizada en torno a las obras de reforma del paseo de la Castellana emprendidas en enero por decisión del entonces concejal de Obras, Enrique Villoria, que dimitió al poco, y que fueron paralizadas posteriormente por su sucesor en la concejalía, Juan Antonio Gómez-Angulo. Sin embargo, el entuerto urbanístico, denunciado el martes por un acuerdo muy crítico del Colegio de Arquitectos, que parecía desconocer la paralización de la reforma, revela hoy el deseo de esta institución madrileña por ser consultada y brindar su experiencia en estos asuntos. "En otras actuaciones, el Colegio fue oído y colaboró fructíferamente con el Ayuntamiento en actuaciones satisfactorias", asegura Jaime Tarruel, vocal del organismo colegial madrileño. "Nosotros queremos reemprender esa consultoría, abandonada durante los últimos años". Ello preludia un nuevo clima participativo. La anterior fase, de denuncia de desmanes urbanísticos, se adentra ahora en otra etapa en la que surge abiertamente un deseo de participación en la búsqueda de un consenso sobre la estética de la ciudad, no sólo por parte del Colegio de Arquitectos, sino también por personalidades del urbanismo, las artes, el paisajismo y otros especialistas.

"Semanas antes de las elecciones", dice Carlos Sambricio, catedrático de Historia de la Arquitectura y del Urbanismo en la Escuela de Arquitectura de Madrid, "el Ayuntamiento convocó una reunión de expertos y se comprometió con sus diagnósticos. Es hora de manifestar su compromiso".

El concejal Juan Antonio Gómez-Angulo subraya la disposición del consistorio de crear un organismo de consulta, formado por expertos, que supervise las actuaciones municipales en este ámbito. "Está incluido en nuestro programa electoral y vamos a cumplirlo", añade Gómez-Angulo. "Ya lo hemos aplicado con éxito en la Comisión de Adquisición de Obras de Arte y no hay razones para no crear ese organismo ahora". Se muestra partidario de que la futura junta de expertos quede integrada por técnicos municipales, por los grupos municipales de oposición, e incorpore, además, "personas de reconocido prestigio, que decidan sobre la idoneidad de los concursos".

Para Carlos Sambricio, la vertebración de tal organismo pasa por dos fases: "Una primera debiera ser la creación de un laboratorio de ideas y de opiniones sobre la ciudad, que se transformara en un foro estable de debate. La segunda incluiría la creación de una comisión de ornato, que estudiara los casos específicos", agrega el catedrático. "Del debate previo surgirían criterios consensuados a seguir durante las actuaciones, de tal forma que cupiera establecer si el emplazamiento, por ejemplo, de una nueva estatua tiene o no sentido".

El diseñador Alberto Corazón, por su parte, señala: "La ciudad ya está construida, por lo que las posibilidades de actuación arquitectónica son muy reducidas. La única intervención que cabe", añade, "surge a través de los equipamientos, que se convierten en herramientas imprescindibles para el diseño de un paisaje urbano propio". Considera, previo a todo, "el desarrollo de una estrategia global de diseño para la ciudad que, una vez definida, mediante consenso, todo el mundo se muestre dispuesto a ponerla en marcha".

Él mismo pertenece a un organismo similar existente en la ciudad escocesa de Glasgow, formada por un núcleo de especialistas dotado de poder resolutivo.