González expone en Chile su desacuerdo con el "caso Pinochet" y apoya a Lagos

El Gobierno chileno, con el presidente Eduardo Frei a la cabeza, agasajó ayer al ex jefe de Gobierno español Felipe González, quien hace tres meses suspendió un viaje a Santiago ante las amenazas de la derecha pinochetista de proceder judicialmente contra el líder socialista en represalia por la detención del exdictador Augusto Pinochet. González evitó pronunciarse abiertamente sobre el caso Pinochet, dijo que su postura es de sobra conocida -rechazo a la iniciativa del juez Baltasar Garzón- y defendió la necesidad de un Tribunal Penal Internacional.

El ex presidente español inició una jornada de abundantes contactos políticos con una entrevista con Ricardo Lagos, el candidato socialista de la coalición gubernamental (Concertación) a la Presidencia de la República y gran favorito en las elecciones del próximo mes de diciembre. Posteriormente, mantuvo una reunión con el flamante ministro de Exteriores, el socialista Juan Gabriel Valdés, tras lo cual fue recibido en el Palacio de la Moneda por el presidente Frei, que le ofreció un almuerzo. Los aires han cambiado en Chile, especialmente en los círculos gubernamentales, desde que Lagos se proclamó el pasado 30 de mayo candidato de la Concertación, al derrotar ampliamente al aspirante demócratacristiano, Andrés Zaldívar. El trato dispensado ayer al invitado oficial González es un ejemplo de ello. En mayo pasado, el hoy dirigente de PSOE debía asistir a un seminario en Santiago organizado por la Fundación Chile XXI que preside Lagos. Un grupo de abogados de la Unión Demócrata Independiente (UDI, derecha pinochetista) preparó una demanda criminal contra González por la actuación de su Gobierno en la lucha contra los GAL.

La maniobra era una clara represalia por la detención en Londres de Pinochet, a petición de Garzón. El propósito del pinochetismo era retener a González en territorio chileno y provocar el escándalo internacional. Para evitar riesgos innecesarios se suspendió el viaje.

El expresidente español es uno de los pocos dirigentes de la socialdemocracia que rechaza la extraterritorialidad de la Justicia y sostiene que Pinochet debería se juzgado en su país. Algunas voces en Chile, interpretan la invitación oficial de Frei como una muestra de agradecimiento a dicha postura, según informó Radio Cooperativa, e insinúan que el mandatario chileno intenta una mediación de González ante los gobiernos británico y español para lograr el regreso del ex-dictador a Chile. La vista del proceso de extradición a España se iniciará en septiembre.

La visita del expresidente, que hoy viaja a Buenos Aires para asistir a una cumbre de la Internacional Socialista, se produce inmediatamente después de la remodelación del Gobierno chileno llevada a cabo por el presidente Frei, que parece corroborar la tesis de quienes sostienen que el peso específico de Ricardo Lagos va en aumento. No sólo por la entrada en el Gabinete del nuevo canciller Juan Gabriel Valdés, que estaba en el equipo de campaña del candidato socialista, sino por el hecho de que Frei informó de los cambios a Lagos antes que a nadie.