Deseos, música y sorpresa

En la Nit de Sant Joan, miles de valencianos van a playas para encender hogueras y mojarse los pies en el mar. Anoche no fue una excepción a esta ancestral tradición de origen pagano que se ha perpetuado a través del cristianismo hasta nuestros días. El poeta latino Ovidio ya contaba que en unas fiestas romanas todo el mundo creía que las aguas y las hierbas tenían virtud. Encendían hogueras y la gente las saltaba tres veces con el fin de obtener salud y felicidad. Hogueras que recuerdan a las efesties griegas en honor a Vulcano, dios del fuego. En la Noche de San Juan, el fuego y el agua constituyen la materia de la que están hechos los deseos, que no son más que sueños proyectados en el mar. Y es en los países ribereños del Mediterráneo donde las creencias se han transmitido de generación en generación. Las doce de la noche es la hora mágica, la hora de la vigilia en que nació San Juan Bautista, el Precursor, justo seis meses antes que Jesucristo, según reza la tradición cristina. Del solsticio de verano, del día más largo, al solsticio de invierno. Las hogueras de San Juan ahuyentan a los malos espíritus, las hierbas esconden propiedades mágicas y los filtros de amor surten más efecto, dice la costumbre. Muchas familias encienden sus propias hogueras. De la universalidad de la fiesta da cuenta esta antigua canción: En el dia de Sant Joan / n"és festa per tot el dia; / en fan festa els cristians i els moros de la Moreria; tallen el pa el dia abans / per millor folgar aquell dia. El pan ya no se corta como antaño, pero holgarse, divertirse y entretenerse con gusto en una cosa, sigue siendo actividad principal en la Noche de San Juan. Es más, la festividad se ha convertido en un pretexto para el ocio, y qué más lúdico en estas fechas que acercarse al mar para bailar y escuchar música, a pesar de los nada festivos atascos. Eso es lo que hicieron numerosas personas en la Verbena de San Juan que organizaron anoche la SER (a través de la Cadena Dial) y la Federación de Asociaciones de Vecinos de Valencia en la playa de Las Arenas de Valencia. Eso sí, las hierbas y filtros amorosos (y sus sustitutos actualizados) corrieron a cargo de cada uno. Con el ánimo de institucionalizar la cita en años venideros, se convocó a artistas como César Cuenca, Folklóricas Arrepentidas o Carlos Vargas, entre otros. Pero la fiesta de Sant Joan cobija también formas cultas de representación. La Universidad de Valencia ha organizado, a través del programa Cinc Segles, un muy singular acontecimiento cultural en el que se dan la mano la música, el teatro, las artes audiovisuales, la danza, el hombre y la naturaleza. Será esta noche en el Jardí Botánic y para acceder son necesarias invitaciones de la Universidad. El profesor de Literatura y ex vice-rector Antoni Tordera y Pedro Pablo Hernández, especialista en instalaciones audiovisuales, son los coordinadores de este proyecto, patrocinado por Iberdrola, que se desarrollará en diversos escenarios del Botánico. Tordera reclama discreción, pues el factor sorpresa es fundamental para el disfrute del espectador. Sólo comenta que en El Jardí dels amics participan tres tipos de actores: los artistas, los audiovisuales y el propio Botánico. El aforo se ha reducido a 500 personas para evitar cualquier desperfecto. Hasta 40 personas han trabajado en el proyecto.