El festival fotográfico Imago 99 muestra las transformaciones que vertebran la ciudad
15 exposiciones conforman el certamen, que se celebra en Salamanca hasta septiembre
Las transformaciones que vertebran la ciudad son el principal argumento de Los encuentros de fotografía y vídeo, Imago 99, que se celebran en Salamanca hasta septiembre. Este proyecto conjuga nombres que, aunque contradictorios, conjuntamente conforman un paquete. Así, Frank Thiel comparte espacio estético con Roy Arden, Susanne Brügger, Thomas Demand, Heidi Speker... En total son 15 exposiciones, y la experiencia de cuatro años de organización. Entre los españoles figuran Carlos Cánovas, Humberto Rivas o Manolo Laguillo.
Los programas de los festivales especializados y realizados en los últimos años del milenio ofrecen sorpresas en sus ofertas. Algunos se aproximan a una zarzuela visual tipo Verbena de la Paloma posmodernista y otros al de Eurovisión (por ejemplo, el de Arlés, Francia). En este contexto despunta con personalidad propia y en positivo una convocatoria plural y bien diseñada: Los encuentros de fotografía y vídeo, Imago 99, organizados por la Universidad de Salamanca y la Junta de Castilla y León. Son cuatro las ediciones anuales realizadas hasta la fecha. El universo de las convocatorias de los foros fotográficos, tipo festivales / encuentros internacionales como la fórmula Arlés, últimamente viene careciendo de sentido y sensibilidad. Fueron estereotipos que funcionaron bien durante los años sesenta y setenta; después, la irrupción de otros medios audiovisuales los colocaron en vías de revisión. Los vídeoclips de la MTV, en algo más de un minuto, aportan más creatividad que la totalidad de la programación de algún catálogo que sintetiza estos eventos.
Criterio
En su programación, lo mejor es el criterio con el que se ha diseñado Imago 99. Trae causa de la edición del año anterior, que estuvo dedicado a la visión fotográfica del espacio cotidiano. Ahora lo continúa desde una perspectiva más global. Es un festival después de otro festival: ambos apostaron por lo urbano. Las transformaciones que vertebran la ciudad, así como la dimensión sociopolítica son sus argumentos, como explica Alberto Martín, uno de los organizadores del mismo; se trata de interrelacionar "la interferencia entre el espacio público y el privado". Alberto Martín, Cristina Zelich y Carmen Domínguez son en cierta medida los padres de Los encuentros de fotografía y vídeo, Imago 99. Con los años han ido diseñando un festival singular que se ha sabido mantener con personalidad propia en el amplio campo de convocatorias al respecto. Martín explica que la primera edición, en 1995, no pudo ser lo que se pretendía por cuestiones presupuestarias más que de dirección artística, "a ello hay que añadirle la dispersión de los espacios expositivos que nos acarreó múltiples problemas". Imago 99 ha apostado por lo cotidiano, por lo doméstico -pero en sentido universal- por lo que tanto ha apostado contemporáneamente la fotografía. La arquitectura está omnipresente en todo el catálogo, con relaciones contradictorias en sus diálogos con las formas. Cálida como su relación con la noche es la obra de Rut Blees Luxemburg, que contrasta con las fotos que parecen llegadas del advenimiento del neoclasicismo de mediados del XVIII. A todo hay que añadirle un texto de Ramón Esparza, que apoya la exposición de autores españoles, entre los que participan Carlos Cánovas, Humberto Rivas o Manolo Laguillo. El programa ha empezado, entre otras, con la muestra de Suzanne Brügger y Thomas Demand (en el palacio Abrantes), una oposición de espacios reales y visuales, y la de Doug Hall, sobre fragmentos arquitectónicos. Una de las muestras más singulares será la de Frank Thiel, el 19 de agosto (patio de Escuelas), una mirada a la reconstrucción de Berlín desde la República de Weimar.
Babelia
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