El estrés afecta a la memoria y provoca el olvido de fechas y datos

Muchas personas sometidas a una fuerte presión emocional o física se alarman cuando, de repente, son incapaces de recordar el nombre de un interlocutor, un dato o un número de teléfono muy familiar. Buscan en la memoria y el dato no emerge. Si eso le ocurre, no debe pensar que está perdiendo facultades. Puede ser que la causa sea el estrés. Un estudio acaba de demostrar que el cortisol, una hormona que el organismo produce cuando se encuentra bajo una fuerte presión psicológica o física, puede causar una pérdida de memoria, según un estudio que refiere el último número de la revista Archives of General Psychiatry. El estudio, dirigido por John W. Newcomer, de la Facultad de Medicina de la Universidad de Washington, ha demostrado que el estrés afecta a la memoria, pero sólo a la memoria verbal declarativa, y además la afección es reversible, de modo que cuando cesa el estrés se recupera la capacidad para recordar perfectamente nombres, datos y fechas señaladas.

En el estudio participaron 51 voluntarios, que fueron dividos en tres grupos. Al primero se le administró un placebo sin efecto alguno; al segundo, una dosis de cortisol equivalente a la que produce el organismo en una situación de estrés moderado, y al tercero, una dosis equivalente a un estrés severo.

El resultado fue claro. El primer grupo no mostró cambios en su capacidad de recordar. El segundo, algunas lagunas, y el tercero mostró una clara afectación en la memoria verbal declarativa, aunque no sufrió ninguna merma en su capacidad de mantener la atención y ejecutar tareas en las que interviene la memoria.

El equipo investigador considera que el cortisol puede provocar un cambio en la forma en que el cerebro, y concretamente la parte del hipocampo, consume energía.

Las dosis de cortisol altas equivalían, según explica John W. Newcomer, a una situación de fuerte estrés, como una intervención quirúrgica o, trasladado a la actualidad, el que debían sufrir los desplazados albanokosovares al comprobar que estaban quemando sus casas.

Las dosis fueron administradas durante cuatro días. Pero los investigadores apuntan la hipótesis de que dosis medias de cortisol, equivalentes a un estrés moderado, pueden igualmente provocar una pérdida de la memoria declarativa si se mantienen durante mucho tiempo, algo que les ocurre, por razones profesionales o emocionales, a muchas personas.