La oposición critica el anuncio de nuevas fundaciones hospitalarias sin regularlas

Que seis hospitales hayan solicitado al Insalud convertirse en una fundación pública sanitaria, que permite una mayor autonomía de gestión, es un paso más "en la privatización de la sanidad pública", según el frente parlamentario sanitario formado por PSOE, Izquierda Unida, Nueva Izquierda y Bloque Nacionalista Galego. Pero el hecho de que los centros -cuatro en Madrid, uno en Murcia y otro en Baleares- no hayan esperado siquiera a que esté aprobado el reglamento sobre nuevas formas de gestión sanitaria, entre las que se encuentran las fundaciones, es "extravagante", en palabras de la portavoz socialista y ex ministra de Sanidad, Ángeles Amador, y un ejemplo más de que el Gobierno tiene "un desprecio absoluto por el debate parlamentario", según la portavoz de Izquierda Unida, Ángeles Maestro. El PSOE pedirá al ministro de Sanidad y Consumo, José Manuel Romay Beccaría, que lleve al Congreso la solicitud que estos seis hospitales han dirigido al Insalud. En su opinión, ésta parte de la gerencia de cada centros, nombrada por el Insalud, y no ha sido consensuada con los trabajadores.

Por su parte, Romay Beccaría negó ayer en el Congreso que el Gobierno esté favoreciendo el sector privado.

Tanto Amador como Maestro criticaron que este organismo ponga en marcha"medidas antipopulares" justo antes de las vacaciones. Una opinión que comparte el portavoz de la Federación de Asociaciones para la Defensa de la Sanidad Pública, Marciano Sánchez Bayle, para quien además son "unos irresponsables" los gerentes hospitalarios que han pedido "convertirse en algo que no se sabe todavía lo que va a ser".

Consenso roto

La Confederación Estatal de Sindicatos Médicos (CESM) se ha levantado de la mesa de negociación con el Insalud sobre el reglamento que regulará las fundaciones, con lo que se ha roto el consenso alcanzado entre el Insalud y los sindicatos. Su secretario general, Carlos Amaya, aseguró ayer que la central no volverá a discutir el texto hasta que se concreten las condiciones laborales de los trabajadores, una posición que, según Amador, también comparte UGT. Perdida de momento la batalla parlamentaria en contra de las fundaciones -una votación en este sentido fue rechazada el martes-, la izquierda parlamentaria busca ahora llevar la guerra a los hospitales y los barrios. Contará para ello con el apoyo de aquellas alcaldías en las que ya gobierna, "que tienen mucho que decir en un hospital público", según Ángeles Amador.

De los cuatros hospitales madrileños que han solicitado su conversión en fundaciones, dos se encuentran en municipios gobernados por el PSOE (Getafe y Leganés); y un tercero, en Alcalá de Henares, cuya alcaldía, en manos del Partido Popular, podría cambiar de signo después de las pasadas elecciones del 13 de junio, que permitirían un Gobierno del PSOE con IU.

La mayor batalla la puede dar Getafe, donde el PSOE ha revalidado la mayoría absoluta y donde existe ya una plataforma en contra de la conversión del hospital en una fundación. "No se nos ha informado de nada", se quejó ayer el alcalde, Pedro Castro. En este municipio, más de 100 organizaciones -partidos progresistas, sindicatos, asociaciones culturales, de padres, vecinales, etc- se encierran cada semana para protestar contra las fundaciones.

Castro dice contar con ellas para "llenar de autocares el Paseo del Prado" si el Insalud no da su brazo a torcer. Para la portavoz de IU, "la palabra fundación empieza a estar maldita", lo que explica que el Insalud "haga campaña" entre las direcciones de los hospitales "para vender un modelo que es más caro y permite un trabajo más precario".