Cruz Roja calcula que 40.000 serbios han huido en la última semana

Las cifras varían según la fuente, pero el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) ya habla de 40.000 refugiados serbios que han salido de Kosovo para buscar protección en Serbia (30.000) o en Montenegro (10.000, según el CICR; 17.000, según el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados). Además, la agencia de Naciones Unidas para la infancia (Unicef) alertó ayer sobre el riesgo que supone el hecho de que el personal médico del hospital de Pristina (también de origen serbio) haya abandonado la ciudad, ya que se puede producir la falta de asistencia que se vive en el resto de la provincia de Kosovo. La situación ha provocado multitud de llamamientos para convencer a los civiles serbios de que no deben abandonar la provincia. El canciller alemán, Gerhard Schröder, dijo ayer en una comparecencia parlamentaria: "La huida de los serbios es para nosotros tan inaceptable como lo fueron las expulsiones de albanokosovares".

El responsable militar de la Kfor (la fuerza de pacificación para Kosovo), Michael Jackson, fue más directo y se dirigió a los serbios: "El mundo ya tiene demasiados refugiados. Les rogamos que no aumenten esa cifra. Quédense en casa y nosotros [la Kfor] les protegeremos". Algo que, según Jamie Shea, el portavoz civil de la OTAN, todavía no es posible "totalmente". Shea explicó ayer que los soldados de la Kfor están haciendo todo lo posible para lograr que los serbios "no abandonen la provincia". Sin embargo, el portavoz aliado reconoció que todavía no se puede garantizar "una situación total de seguridad" ni para los serbios ni para los miles de refugiados albanokosovares que están regresando a la zona precipitadamente.

Mensaje desde Belgrado

En Belgrado, la nueva ministra yugoslava para los refugiados, Bratislava Morina, también hizo un llamamiento a la población serbia de Kosovo a "confiar en su propio Estado [Yugoslavia]", y espero que los que están saliendo de la provincia vuelvan a Kosovo "cuando la Kfor haya tomado posiciones". El opositor Partido Democrático de Serbia habló ayer de 80.000 refugiados, doblando la cifra proporcionada por el CICR. Lo cierto es que estos llamamientos no han tenido resultado. El éxodo serbio seguía ayer y afectó incluso a uno de los símbolos religiosos de los serbiokosovares. El patriarca ortodoxo Artemio Radosavljevic abandonó ayer su monasterio en Prizren -acompañado de nueve religosos más y de 200 serbios que se habían refugiado en el seminario- y se dirigió a Pristina. "Ése ya no era un sitio seguro y nos moveremos hacia Serbia si Pristina tampoco lo es", dijo Artemio.