La "izquierda plural" francesa sale reforzada en las urnas
Al contrario que Tony Blair y Gerhard Schröder, el socialismo a la francesa de Lionel Jospin y el conjunto de la izquierda plural han salido claramente reforzados. La acusada abstención del 53% ha castigado preferentemente a la derecha, y en especial a la Unión por la República (RPR), la teórica primera fuerza de la oposición. El domingo, la RPR, el partido del presidente de la República, Jacques Chirac, perdió su hegemonía en el campo de una derecha más fragmentada y confusa que nunca, atrapada en la sombra del gaullismo, en la pelea entre soberanistas y europeístas. Nicolas Sarkozy, el dirigente liberal que tomó las riendas de la RPR, tras la explosiva dimisión de Philippe Séguin, renunció ayer a su cargo de presidente de la formación. "Quedar por debajo del 16% sería catastrófico", había apuntado días atrás. Además de obtener un resultado catastrófico -el 12,7%, el peor desde la fundación del partido, en 1976-, la RPR se ha visto superada por la candidatura antieuropea del ex ministro de Interior gaullista Charles Pasqua y el conservador monárquico Philippe de Villiers, que han alcanzado el 13,09%. A eso se une el éxito -9,29%- obtenido por los centristas de la nueva Unión para la Democracia Francesa (UDF) que dirige François Bayrou. Los resultados van a pesar en la medida en que dificultan la tarea de reunificación, imprescindible para batir a la izquierda y sostener a Chirac en las futuras presidenciales.
Mientras Jospin puede apoyarse en el conjunto de una izquierda plural, articulada en torno al indiscutible eje del Partido Socialista (PS), Chirac se encuentra con que el partido que le sustenta se ha venido estrepitosamente abajo, a pesar de los inequívocos gestos de apoyo presidencial prodigados durante la campaña. Charles Pasqua ha sacado ya sus primeras conclusiones: "La RPR está muerta (...) No espero nada de los cuadros de la RPR (...) Vamos a transformarnos en una nueva fuerza política".
Triunfo de Cohn-Bendit
Ante ese panorama, el PS se siente más que reconfortado con el 21,96% de los votos y con la superioridad del conjunto de la izquierda, 38,48%, frente al 35,09 de las diversas derechas. El declive comunista -6,8% de los votos- ha quedado compensado con la explosión de los Verdes, que suman el 9,71% de los sufragios y que no parecen haber acusado su apoyo a la intervención en Yugoslavia. Conducidos por Daniel Cohn-Bendit, los ecologistas han visto premiado su compromiso europeísta por un electorado alarmado ante el escándalo de los pollos belgas. La extrema derecha del Frente Nacional ha pagado el precio de su división. Jean-Marie Le Pen recoge el 5,71% de los votos, frente a un Bruno Mégret que sólo alcanza el 3,29%. La excepción francesa se completa con el asombroso 6,77% de sufragios antieuropeos reunidos por la candidatura de los irritados cazadores, que protestan por los periodos de veda impuesto por la Unión Europea.
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