La victoria en los pueblos suaviza la derrota global del nacionalismo en Álava
La coalición formada por el Partido Nacionalista Vasco y por Eusko Alkartasuna no ha conseguido frenar el empuje del Partido Popular en Álava. La victoria en la mayoría de los pueblos ha permitido a los nacionalistas suavizar la debacle, pero no ha impedido que los populares se aupen con la victoria en la capital Vitoria y se ubiquen como la primera fuerza en la carrera por el sillón de diputado general.
Las victorias parciales en las localidades pequeñas y grandes han posibilitado que la coalición mantenga las alcaldías que ostentaba hasta ahora y, sobre todo, que compense la arrolladora victoria del PP en la circunscripción de Vitoria, que es la que más procuradores aporta a las Juntas Generales. Los junteros que el PP ha logrado arañar en las otras dos circunscripciones, la de Tierras Esparsas y la de Ayala, le ha llevado a desbancar a los nacionalistas. Un auténtico vuelco en el que también ha contribuido de manera decisisa el batacazo de Unidad Alavesa, que ha perdido tres de sus concejales en el consistorio vitoriano y ha pasado de nueve a tres junteros en las Juntas Generales. Sólo algunas localidades de la Rioja, donde el PP ha conseguido mantener sus baluartes en Labastida y Laguardia y el PSE en Elciego, se han escapado al dominio nacionalista. La coalición, ha logrado mantener 44 de los 46 ayuntamientos que tenía, aunque en varios de ellos tendrán que pactar con otras fuerzas para poder gobernar. El resto hasta completar los 51 municipios se los reparten PP, PSE y EH, que ha triunfado en Llodio. Dejando a un lado la capital, Vitoria, PNV y EA han confirmado su hegemonía en los pueblos más grandes y pequeños de la provincia, aunque el Partido Popular ha subido concejales en varias municipios. En la comarca de Ayala, Llodio y Amurrio han vuelto a responder en clave nacionalista, aunque la coalición ha perdido Llodio a manos de Euskal Herritarrok. El reclamo y las ascendencia que aún mantiene el ex alcalde y parlamentario de EH, Pablo Gorostiaga, han sido decisivos en la victoria. y en la Llanada Alavesa, PNV y EA han obtenido mayorías absolutas en Alegría y Salvatierra, los pueblos más significativos de la zona. Mientras, en la Montaña Alavesa todos los ayuntamientos estarán gobernados por la coalición. Bernedo, Lagrán, Peñacerrada y Valle de Arana apoyaron a los candidatos nacionalistas. En Campezo, donde se presentaba el dirigente socialista Ramón Jáuregui como cabeza de lista del PSE, el PNV no ha dado opción. Jáuregui sólo recibió 23 votos. La laguna de la Rioja Los pueblos más grandes de la Rioja Alavesa han supuesto la excepción, la laguna del Partido Popular en Álava, exceptuando Vitoria. Los electores de Labastida y Laguardia no han dado la espalda a los populares, que han vuelto a elegir a Ignacio Gil y a Javier Sampedro para los próximos cuatro años. Otro municipio pequeño de esta zona, Baños de Ebro también se ha decantado por el PP. En Elciego, la otra gran localidad de la Rioja Alavesa, el PSE ha logrado la victoria por un sólo voto: 233 por los 232 de la coalición. En este pueblo, los socialistas siempre han triunfado desde las primeras elecciones democráticas municipales del año 1979. Sólo Oyón entre los pueblos con más población de esta comarca ha permanecido en manos de la coalición. Otra cosa son los ayuntamientos de las localidades menos pobladas. Así, Cripán, Elvillar, Lanciego, Lapuebla de Labarca, Moreda, Navaridas o Samaniego han seguido la estela de la coalición. En Álava los partidos constitucionalistas han derrotado al Pacto de Lizarra. Ahora se abre un complicado juego de alianzas. Mientras el Partido Popular y el partido socialista son mayoría en el Ayuntamiento de Vitoria por si solos, en las Juntas Generales precisarán del apoyo de Unidad Alavesa para alcanzar la mayoría y superar a una posible alianza del PNV-EA con EH.
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