Ruiz-Gallardón consigue ampliar su mayoría absoluta en la Comunidad con 55 diputados

Alberto Ruiz-Gallardón ganó ayer de madrugada. Durante buena parte de la noche electoral, los sondeos sólo le daban una mayoría apurada e incluso un "empate técnico" con la izquierda. El presidente se encerró con sus consejeros en el salón Canalejas, situado en la segunda planta de la Real Casa de Correos, y no salió hasta pasada la una de la madrugada. Sólo un consejero se atrevió a hacer una broma: "Bueno, está claro que el sur no nos ha apoyado como esperábamos. Tendremos que llevar el metrosur al norte". Luis Eduardo Cortés, consejero de Obras, no encajó bien la broma. La noche no estaba para chanzas.

Ruiz-Gallardón compareció ante los medios de comunicación, acompañado por los aplausos de sus consejeros, parlamentarios y partidarios, para confesar que había sido "una larga noche de vaivenes" con muchas modificaciones en las expectativas. El PP conoció con sorpresa que la victoria, a tenor de los sondeos, se complicaba. "Yo me voy a poner una vela a san Antonio, que hoy es su día", explicó el consejero de Cultura, Gustavo Villapalos, tras conocer los sondeos que cuestionaban la mayoría del PP en la Asamblea regional.

En la Casa de Correos, reformada por Ruiz-Gallardón, las televisiones sólo ofrecían datos preocupantes para el PP. Algunos dirigentes de esta formación política, como Carlos López Collado, número 25 en la lista regional del PP y actual concejal de bomberos, preferían bromear para rebajar la tensión. "Sólo sé que he salido diputado, pero desconozco si del grupo parlamentario del Gobierno o de la oposición".

"Esto cambia cada diez minutos. Primero nos dicen que hemos ganado; luego, que la cosa está muy mal; después, que bien, y más tarde, que muy mal", reconocía un colaborador del presidente. A las diez de la noche entraron los resultados de las primeras papeletas escrutadas en Madrid: 52 o 53 escaños. Alberto Ruiz-Gallardón recuperaba la mayoría absoluta. "Ves, volvemos a ganar", señalaba un director general a su esposa. Pedro Ortiz, director general de Urbanismo, tenía a las once de la noche su propia teoría sobre lo que estaba ocurriendo. "Todas las encuestas preelectorales nos daban una amplia mayoría en las elecciones. Nuestros votantes se han confiado, y ha pasado lo que ha pasado. Está claro que la abstención [40%] nos ha perjudicado notablemente".

El consejero de Obras Públicas, Luis Eduardo Cortés, saltó al ruedo para opinar sobre los primeros resultados. Poco después de las once y media reconoció que "uno o dos diputados" significaban "gobernar o no gobernar", y por ello mencionó "la mesura" a la hora de hacer una valoración de los resultados.

"Creo que nos hemos equivocado en la campaña electoral", afirmó un dirigente regional cargado a esas horas de pesimismo. "En las anteriores elecciones, los diputados iban a todos los mítines, estaban presentes en los actos electorales y arrancaban votos. En estas elecciones, sólo visitábamos dos o tres sitios. Quizá ahí ha podido estar la clave". Se equivocó de cabo a rabo, porque el PP amplió su ventaja con la izquierda regional y su número de escaños en el Parlamento.

A las 0.01, el consejero de Presidencia, Jesús Pedroche, dejó el salón Canalejas para ofrecer datos con el 56% de los votos. El PP alcanzaba 52 diputados, sólo uno más de los necesarios para la mayoría absoluta. Pedroche no sonreía.

Bajó Pedroche 21 minutos más tarde. El PP obtenía, con el 70% de los votos escrutados, 53 diputados; el PSOE, 41, e IU, ocho. Sonaron los primeros aplausos de los que fueron a la noche electoral como el que sale de fiesta. Y aquí empezó a cambiar el gesto de Ruiz-Gallardón y su equipo.

Volvió a bajar Pedroche 10 minutos más tarde para ofrecer, con el 76% de los votos escrutados, nuevos resultados. Ruiz-Gallardón contaba ya con 54 parlamentarios; el PSOE, 40, e IU, ocho. Veinte minutos más tarde, Pedroche sonreía abiertamente: el PP ganaba con 55 escaños, frente a 39 del PSOE y ocho de IU.

Luis Eduardo Cortés, que se había mantenido muy cauto toda la noche, avanzó por primera vez que "el PP había ganado las elecciones y que el partido había mejorado los datos con respecto a las anteriores". Era la una de la madrugada, cuatro horas después del cierre de los colegios. Alberto Ruiz-Gallardón había revalidado su mayoría absoluta tras un enorme susto. "Estuvimos auténticamente asustados buena parte de la noche", reconoció un consejero.

Luego, cuando Ruiz-Gallardón compareció ante los medios de comunicación 20 minutos antes de las dos de la madrugada, dando las gracias a los madrileños por la victoria del PP, ya todo fueron sonrisas y abrazos. "Nunca me he sentido un corredor de fondo", declaró.