Álvarez del Manzano logra su tercer mandato consecutivo

A las dos de la madrugada, el alcalde, José María Álvarez del Manzano, sabiéndose victorioso, se subió sonriente al balcón de las victorias en la sede del PP de la calle de Génova. Le acompañaron tres de sus concejales. Dio las gracias a todo el mundo (incluida la oposición) y se cuidó de recordar que su tercer mandato consecutivo al frente del Ayuntamiento de la capital suponía "un récord absoluto en la historia de la democracia madrileña".

El regidor, después, achacó "la temperatura variable de la tarde" a la escasa participación de los madrileños en las elecciones municipales. "Aunque esto es especular porque yo no lo sé", añadió. Al comentario de que ha ganado la mayoría absoluta, a pesar de los escándalos que han trufado el último tramo de su legislatura (caso Villoria, falsificación de multas de tráfico, participación del alcalde en una inmobiliaria), Álvarez del Manzano se defendió así: "me he sentido más acosado por la prensa que por la oposición". El alcalde felicitó a sus adversarios del PSOE por haber conseguido más concejales. Y no se olvidó de IU a la que agradeció "su esfuerzo".

Con todo, hubo momentos de pánico en la sede del PP de la calle de Génova. A las 23.00, con el 10% de las papeletas escrutadas se supo en el cuartel general del alcalde que el resultado favorable que preveían todas las encuestas se tambaleaba por momentos: 24 concejales para el PP, 24 para el PSOE y 5 para IU.

"No nos explicábamos qué pasaba", decía horas después una sonriente concejal popular sin paraba de fumar. Conforme fue pasando el tiempo, los nervios de los populares se calmaron. Álvarez del Manzano iba a ser el regidor de la capital por otros cuatro años. El goteo de concejales que el recuento iba, paulatinamente, pasando del PSOE al PP, devolvió el color de tranquilidad a los populares. Por el ascensor y los pasillos se veían ministros, concejales y asesores que respiraban y bromeaban con periodistas y guardaespaldas: no iba a haber más incógnitas.

A medianoche, el alcalde, junto con su mujer, María Eulalia, la número dos de la lista municipal; Mercedes de la Merced, y el presidente regional del PP-Madrid, Pío García Escudero, salían al balcón a saludar.

El alcalde (en funciones hasta el 3 de julio) se limitó entonces a decir que el PP era "el ganador de las elecciones". Por entonces, Álvarez del Manzano ya contaba con 27 concejales; el PSOE tenía 21 e IU, cinco. Unas 200 personas con banderas blancas y españolas (las blancas con la gaviota del PP y las españolas con el escudo constitucional), jalearon al regidor y sus acompañantes. Y luego, para no perder la costumbre de meterse con el prójimo en una noche electoral, se burlaron de los perdedores: "Un bote, dos botes, sociata el que no bote".

De ahí, la euforia iba a ir en aumento. Pronto se supo que no eran 27 sino 28 los concejales con los que iba a contar Álvarez del Manzano en su tercera legislatura. En los pasillos de la sede de Génova, todo eran abrazos y palmaditas en la espalda, a la una y media de la madrugada. Aparecieron por todos lados ediles sonrientes. La ministra de Medio Ambiente, Isabel Tocino, y la presidenta del Senado, Esperanza Aguirre, se pusieron a ver por televisión la conferencia de prensa que, dos salas más allá, daba su compañero Javier Arenas, secretario general del PP. En otras pantallas veían cadenas de televisión que ofrecían datos de otras auontomías. "En Valencia hemos barrido", decía Aguirre. "Pero en Sevilla...", contestaba Tocino. Un concejal del equipo de Gobierno del alcalde suspiraba por el edil número 29: "Voy a ver por Internet si lo hemos conseguido, porque es la mejor manera de enterarse aquí de algo", comentaba.