Tres horas de tensión en el aeropuerto

Los paracaidistas británicos que constituyen la avanzadilla de la OTAN en Kosovo tuvieron que aceptar ayer un compromiso con las fuerzas rusas, que les habían tomado la delantera, para compartir el estratégico aeropuerto de Pristina. El acuerdo puso fin a más de tres horas de tensión, iniciada cuando las fuerzas aliadas fueron bloquedas a la entrada del aeródromo por soldados serbios armados. A pesar de la demostración de fuerza de los helicópteros norteamericanos Apache, que sobrevolaron la zona, y del despliegue de los carros de combate británicos Challenger, que tomaron posiciones en torno al aeropuerto, los soldados serbios siguieron sin permitirles el paso y forzaron una negociación entre el general Adrian Freer, jefe del batallón aerotransportado británico, y el general ruso Víktor Zavarzine, que dirige la unidad rusa llegada a primeras horas de la madrugada de ayer desde Bosnia. Al final, la vanguardia de las fuerzas de la OTAN en Pristina pudo desplegarse en la zona sur del aeropuerto. "¿Quién controla la situación? Supongo que son los rusos", replicó el general Free al ser preguntado por los periodistas.

El comandante de la Kfor, el general británico Mike Jackson, llegó a última hora de la tarde a Pristina para reunirse con el general Zavazine y sin poder celebrar su anunciada conferencia de prensa. "Las fuerzas rusas no suponen ninguna molestia. Al contrario, les deseo la bienvenida como miembros de la Kfor", declaró Jackson.

Mientras tanto, una fuente del Gobierno norteamericano aseguraba anoche que Washington contempla la posibilidad de conceder a Rusia un sector en Kosovo.