5.000 MIR se manifiestan contra el proyecto de convalidación de especialidades

"MIR, vía única". Tras una pancarta con este lema, unos 5.000 médicos internos residentes de toda España se manifestaron ayer en las calles de Madrid contra el proyecto gubernamental que prevé conceder la especialidad a 3.000 facultativos que no han realizado la oposición MIR, requisito legal desde 1984. Aunque algunos médicos lanzaron huevos, tomates y globos de pintura contra la fachada del Ministerio de Sanidad, la protesta acabó sin incidentes. Los títulos extraordinarios no servirán para el resto de la Unión Europea si no se modifica la actual directiva comunitaria.

, Ayer fue el cuarto día consecutivo de la huelga hospitalaria que mantienen los MIR en todas las comunidades autónomas. La Coordinadora de los Médicos Internos Residentes (CEMIR) calificó de "gran éxito" la concentración de 5.000 residentes. Este colectivo suma alrededor de 17.000 médicos en formación distribuidos en los diferentes hospitales del Sistema Nacional de Salud, en los que tardan entre tres y cinco años para conseguir el título de especialista. Otros 7.000 MIR se sumaron a la huelga asistencial y no acudieron a los centros hospitalarios de todo el país. El proyecto de real decreto que elabora el Gobierno abre una vía excepcional para conceder la especialidad a médicos sin el título oficial (mestos), bajo sospecha legal de intrusismo desde la aprobación en 1995 del nuevo Código Penal. El Ministerio de Sanidad, a raíz de un mandato parlamentario aprobado por unanimidad, busca una solución a un problema generado principalmente durante los años ochenta, cuando los hospitales públicos contrataban a facultativos sin el MIR para ejercer de especialistas porque las plazas de residentes ofertadas no alcanzaban las necesidades asistenciales reales. El Gobierno se ve ahora obligado a resolver un problema heredado. Enfrente tiene a los MIR, a los que el subsecretario de Sanidad, Enrique Castellón, atendió ayer al llegar la manifestación a la sede del ministerio. La CEMIR le entregó un documento en el se exigen a Sanidad modificaciones más sustanciales en el decreto, "para que se respete la igualdad de oportunidades", explicó su portavoz, Juan José Tamarit. Castellón mostró su disgusto por la manifestación de los MIR: "No entiendo su actitud, porque no hemos dejado de negociar sus propuestas. Yo también defiendo el MIR como única vía, pero tenemos la responsabilidad de solucionar el problema mesto". Sanidad deberá afrontar un segundo asalto cuando consiga aprobar el proyecto extraordinario de especialidades. La Comisión Europea (CE), concretamente el departamento de Libre Circulación de las Profesiones, vigila con lupa lo que se cuece en el ministerio de Romay Beccaría. El Gobierno deberá convencer a Bruselas de que el sistema de concesión de títulos garantiza la calidad de unos médicos especialistas con libertad de movimientos dentro de la Unión Europea. Sanidad aseguró al principio del conflicto que Bruselas ya había dado el visto bueno a su proyecto de real decreto. Sin embargo, esa versión, con la que se pretendía dar una imagen de confianza ante la crisis que se avecinaba, fue luego matizada por el subsecretario Castellón: "Sólo tenemos la conformidad oral". Sobre el papel todavía no hay luz verde. Incluso en Bruselas se advierte de que, "si la nueva ley no va acompañada de una derogación del Parlamento Europeo o del Consejo, el decreto no tendrá validez en Europa". El Gobierno español no es el único interesado en modificar la directiva comunitaria de 1993 de homologación de títulos. El Ejecutivo italiano también busca una solución a un problema laboral que mantienen sus farmacéuticos y dentistas. El reciente relevo en la dirección de la CE parece que ha dejado en suspenso la posibilidad de una enmienda legal que permita a España e Italia solventar sus problemas internos. La CEMIR debatía a última hora de ayer si continuar la huelga hospitalaria la semana que viene -concretamente, el martes, miércoles y jueves- o tomarse una semana de respiro en las protestas. Por su parte, comisiones de docencia de hospitales gallegos mostraron su "apoyo incondicional" a los MIR, así como su "malestar" porque Sanidad no les ha informado del proyecto de especialidades.